"Controlar que el terç esté en su lugar y apoyarlo"

David Velasco comenzó a frecuentar el bar del local de Minyons de Terrassa, "porque conocía gente allí. Iba simplemente a jugar el futbolín, tomar cervezas y pasar la noche", recuerda, "y me enredaron o me dejé enredar un poco para entrar en la colla". Su primera temporada fue la del año 2009, y desde entonces no se ha perdido ni una, en puestos diversos.

"He hecho un poco de tronc, un poco de pinya, y dentro de la pinya también he tenido diferentes posiciones. Todos los lugares en los que he estado me han gustado. No se con cuál me quedaría."

En este intento de tres de deu amb folre i manilles en la Mercè de Barcelona, su posición será la de contrafort. "Básicamente consiste en controlar que el terç esté en su lugar. Soy un apoyo para él, y también ayudo un poco a los primeres y los laterals. Estoy pues en el tercer piso, en las manilles". El terç es el casteller de tronc que ocupa el tercer piso de un castell, y los primeres, el equipo de mans ubicado tras el contrafort y que sujeta el segundo. Las manilles son la tercera plataforma en el piso de terços, por encima del folre, cuyos castellers aguantan los quarts con las manos.

¿El tres de deu amb folre i manilles tiene alguna dificultad especial? "A nivel técnico, no es mucho más complicado que un dos de nou o un cinc de nou, en el que hago una posición un tanto similar", señala Velasco. "A nivel podríamos decir que 'espiritual', quizá sí cambia un poco la cosa. Porque estamos hablando de un castell grande, en el que a veces hay nervios, que siempre dependen de según como vayan los ensayos, o se vaya desarrollando la actuación. Digamos que, por dentro, lo sientes de manera un poco diferente".