"Necesitaba un cambio en mi vida"

Publicat el 02 de febrer de 2018 a les 21:02
El CN Terrassa ha incorporado esta temporada a su equipo femenino de natación a una de las grandes estrellas de este deporte en España, la mallorquina Melani Costa (Palma de Mallorca, 24 de abril de 1989). Tres veces olímpica, subcampeona del mundo de 400 libre en 2013 en Barcelona y campeona mundial en piscina corta en la misma distancia un año antes, sus resultados en este comienzo de temporada auguran un feliz regreso después de que el año pasado sufriese un neumotórax que puso en peligro su carrera deportiva y le hizo ver la vida desde otra perspectiva.

Imagino que en los últimos meses le habrán preguntado muchas veces cómo está.
Me lo han preguntado mucho, es cierto. Y se agradece porque demuestra una preocupación. Aunque también me hace recordar todo lo que he pasado.

Pues no seré nada original y le preguntaré cómo se encuentra.
Estoy muy bien, supermotivada y contenta. Me ha quedado un dolor en la musculatura, que noto en el movimiento, pero me voy adaptando a la situación .

Su rendimiento en estos primeros meses de la temporada indica que está en el buen camino.
Sí, a nivel deportivo los resultados son buenos y puedo compaginar la actividad con mis estudios de fisioterapia. Mentalmente estoy muy bien, cuando estoy en el agua puedo darlo todo. Pero tengo mucho margen de mejora.

¿Esperaba recuperar un buen nivel tan pronto?
Al final de la temporada pasada ya ví por dónde podían ir las cosas. Decidí darlo todo porque podía hacer bien las series, sin sentirme mayor muscularmente.

¿El neumotórax ha cambiado su forma de ver la vida?
Cuando me pasó me dí cuenta de lo fácil que era perderlo todo en unos minutos. Desde entonces estoy mucho más con mis amigas, con mi familia y me tomo las cosas de forma distinta. Haces un parón, lo relativizas todo y te preocupas más de tí y cómo vivir mi vida.

¿Eso lo extrapola a la natación?
Sí, porque si una competición sale mal no me preocupa tanto. Al día siguiente buscaré la solución. Soy mucho más risueña.

¿Llegó a pensar que después de esa lesión se le acababa la natación de primer nivel?
Sí, porque no sabía hasta qué punto me iba a afectar en el futuro, cómo iba a reaccionar mi cuerpo en el agua, si iba a tener miedo. Todo ello sucedió una semana antes del clasificatorio para el Mundial y sabía que iba a estar muchos meses pensando que no iba a ir a ese Mundial. De pronto te encuentras en un hospital y, además, te dicen que no puedes llorar, porque sale más aire del pulmón y eso es muy perjudicial.

Eso es tremendo.
Lo único que quería hacer entonces era llorar porque no me podía creer lo sucedido. Y te viene el médico y te dice que no puedes hacerlo, que es perjudicial.

¿Cómo llegó al CN Terrassa?
Llevaba muchos años en el UCAM y a raíz de mi lesión tenía que hacer un cambio. Pregunté al CN Terrassa si podía estar interesado y en un primer momento no encajaba con su idea. Pero tuve la suerte de que en septiembre me llamaron y me comunicaron que les interesaba muchísimo. A mí también porque siempre ha sido un club de referencia y es muy bueno para mí estar en División de Honor con compañeros de tanto nivel.

Usted sigue viviendo y entrenando en Mallorca.
Lo que buscaba era tener un club fuerte detrás. Y poder competir, venir a entrenar con ellos pero sin perder la libertad de seguir trabajando con el entrenador que me ha llevado desde hace muchos años.

Me dice que necesitaba un cambio en su vida.
Era un volver a empezar y tuve que pensar al respecto. Sabía que quería nadar a pesar de lo que me había pasado en el pulmón y estar al máximo nivel porque sabía que podía hacerlo.

¿Se encuentra feliz en el CN Terrassa?
Más que contenta. Los compañeros me han acogido muy bien, los entrenadores también y el presidente igual. No puedo estar mejor.

¿Qué objetivos se ha fijado?
No pensaba conseguir la cuarta plaza en el Campeonato de Europa de piscina corta disputado hace unas semanas. Eso me ha dado muchísima motivación. Ahora mi primer objetivo es el Open de España y clasificarme para el Europeo. Quiero estar en el podio.

Ese es un reto mayúsculo.
Claro, pero si no me marco ese objetivo ni siquiera voy a llegar. Lo que pretendo es estar en lo más alto.

¿Las medallas del pasado le pesan mucho?
Pienso que le pesan más a la gente que a mí. Porque para mí ha sido increíble haber llegado hasta donde he llegado. Yo ya lo he hecho. Las medallas que he conseguido para España y para mí son para siempre. No sé por qué se tiene que esperar algo extraordinario de mí. Ya tengo 28 años y mi preocupación es saber cómo estoy hoy, cómo puedo mejorar, hasta dónde puedo llegar. No tengo ninguna presión en ese sentido.

¿En un país tan medallista, uno siente que a partir de esos éxitos tiene muchas más miradas puestas sobre su rendimiento?
Eso es momentáneo, pero es bonito y divertido que la gente se fije en tí. En Estados Unidos cuando consigues una medalla ya te lo reconocen para siempre. Aquí cuando empiezas a fallar aparecen las críticas.

¿La existencia de una enorme figura como Mireia Belmonte ha eclipsado a otras extraordinarias nadadoras como usted?
Lo que ha dado es mucha visibilidad a la natación española. España está ahora muy bien posicionada y tiene un nombre a nivel internacional.

Usted ha entrenado y estudiado en Estados Unidos. Y ahora lo hace en España. ¿Se puede compaginar todo?
Aquí es complicadísimo y te tienes que arreglar tú de cualquier manera. Tenemos más ayudas del Consejo Superior de Deportes en esa dirección, pero aún así no es sencillo compaginar entrenamientos y estudios. En Estados Unidos está todo perfectamente organizado al milímetro.

¿El Mundial de Barcelona ha sido lo mejor de su carrera?
Fue una experiencia extraordinaria, tanto la competición como el ambiente. No sólo fue la medalla de plata, sino hacer el récord de España por la mañana, saber qué tenia que hacer en cada momento. Y cuando sales de la piscina la felicidad es inmensa.