El Popular pierde 3.485 millones por provisiones extraordinarias

Publicat el 03 de febrer de 2017 a les 21:05
El Banco Popular tuvo unas pérdidas de 3.485,36 millones de euros en 2016, muy superiores a las previstas, tras destinar 5.692 millones a provisiones para reforzar su balance, devolver a sus clientes lo cobrado de más por las cláusulas suelo y acelerar la desinversión en activos no productivos. Según un comunicado remitido ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la entidad obtuvo el año pasado un beneficio neto de 998 millones por su actividad bancaria minorista, antes de esa dotación.

El banco explica que de las provisiones extraordinarias, 4.200 millones se han dotado para crédito e inmuebles, mientras que otros 229 millones corresponden al importe de las cláusulas suelo y 240 millones se destinan a cubrir el impacto del descenso de la rentabilidad de su participada Targobank y el deterioro de su fondo de comercio.

Según explica Popular, el plan de ajuste que tiene en marcha se lleva otros 370 millones, mientras que la reestructuración de la cartera ALCO (compuesta fundamentalmente por deuda pública) supone otros 107 millones y el impacto de la reforma fiscal, 47 millones.

La entidad vendió el año pasado carteras crediticias por valor de 621 millones de euros, fundamentalmente de dudosos, gracias a la "gestión especializada de los activos no productivos", apoyada en la recientemente creada unidad de Negocio Inmobiliario y Transformación de Activos. El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, aseguró ayer en la que previsiblemente fue su última comparecencia antes de ser sustituido por Emilio Saracho, que deja la entidad financiera con la "tranquilidad del deber cumplido".

En su intervención, Ron defendió que durante 2016, y en un entorno complejo de incertidumbre política en España y en la que se han sucedido otros hechos como el "brexit" o las elecciones de EEUU, la entidad decidió llevar a cabo una ampliación de capital y poner en marcha un proceso de reestructuración interna, que tras su ejecución, que debe terminar de poner en marcha el nuevo equipo directivo, convertirá al Banco Popular en un banco más pequeño, pero también más rentable.

Nuevo foco en el negocio
Una entidad que tendrá el foco puesto en la rentabilidad, y que estará dedicada a familias y pymes, que desinvertirá en activos no productivos, y reducirá sus posiciones mayoristas. "Un banco más sencillo, con el foco en el mercado español, y flexible", añadido Ron, que defendió que siempre se ha buscado preservar la independencia de la entidad, algo que "valía y sigue valiendo la pena".

Ron también defendió la gestión del banco durante la crisis, un periodo que la entidad ha sorteado y sin ayudas públicas, y además "lejos de costar dinero a los contribuyentes, ha contribuido a la reestructuración del sistema financiero", algo que según añadió, "ha tenido diversas consecuencias para el banco, que ha competido en inferioridad de condiciones".