Los Pirineos constituyen un capítulo especial de la literatura catalana, iniciado por Carles Bosch de la Trinxeria y su "Records d'un excursionista", llevado a la cumbre por Jacint Verdaguer con "Excursions i viatges" y su poema épico "Cánigo", y que alberga abundantes y apreciadas obras. A ellas el escritor terrassense Enric Soler i Raspall añadirá pronto un libro de su autoría en el que recrea la ruta arqueológica que Josep Puig i Cadafalch realizó en 1907. Y en su vertiente de editor (en Tushita Edicions), Soler ya ha dado un nuevo título a los muchos lectores que tienen los temas de la cordillera: "El cor de les muntanyes", de Ton Barnils, subtitulado "Dietari de la transpirinenca".
Ton Barnils cruzó los Pirineos , "de punta a punta y de una tirada"; esto es, casi novecientos kilómetros, desde el puerto de Hondarribia al de Banyuls, 37 días caminando. Cuando planeó la travesía, "no tenía pensado escribir nada. Pero me llevé un cuaderno de notas, y cada anochecer tomaba apuntes", explicó en la presentación de la obra en el Centre Excursionista de Terrassa (CET). Lo hacía "simplemente para tener un recuerdo". Pero, al volver a casa, en base a estas anotaciones escribió un artículo para la revista Muntanya. Se le hizo tan corto que lo convirtió en una serie de seis, que, revisados e ilustrados por David Mengual, se han recopilado en el libro "El cor de les muntanyes".
Contra lo que muchos creen, cruzar el Pirineo "no es una acción individual, sino colectiva", subraya Barnils. "Es más, quién se lo coge solo para él, creo que fracasa." Por eso en las páginas de este "relato de una experiencia personal" hay, por supuesto, descripciones del paisaje, la naturaleza, el camino que Barnils se va encontrando, pero también referencias a la historia del Pirineo, la botánica, los escritores que han hablado de él, la mitología y su gente. "Una de las cosas más bonitas de la travesía es precisamente la gente que te encuentras. Estos personajes condimentan el relato y le dan vida. Gente que se te suma unas semanas y camina contigo, los guardas de los refugios, personas que ha decidido que su vida sería mejor en la montaña...."
Cromlecs, hadas y "simiots"
También habla de quienes "ya no están, pero queda su recuerdo, Y aquí hice muchos descubrimientos", como que los más antiguos habitantes de los Pirineos, quienes hicieron los primeros caminos, fueron los pastores transhumantes de las edades del hierro y del bronce, que nos han dejado los cromlecs a mil metros de altura. Algunos, más cercanos, como la historia del tío abuelo del autor, sacerdote en Núria, que se llevó la virgen en 1936.
También hace referencias a los mitos pirenaicos: los "menairons", las hadas o los "simiots", "los hombres peludos del bosque, como el abominable hombre de las nieves, que no son nada más que nuestro lado salvaje y una encarnación de la tempestad. Y cuando describo la leyenda de los 'simiots' explico también mis sentimientos en una tormenta. Es una manera de revivir los mitos desde dentro".
Porque la montaña "nos habla, pero lo hace en su lenguaje, como intento de explicar en el libro. Cuando está triste y llora se nubla, cuando está contenta el sol resplandece en ella, al llenarse de ira caen los relámpagos. En unas ocasiones nos asusta y en otras nos da euforia. Y es a través de escucharla, de sentirla, que podemos entenderla mejor y que podemos vivir lo mismo que han sentido los hombres durante miles de años".
LOS DATOS
Título "El cor de les muntanyes"
Autor Ton Barnils
Editorial Tushita Edicions
Precio 17 euros
ARA A PORTADA
Publicat el 21 de gener de 2016 a les 20:44
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