El órgano de Sant Pere fascina en su estreno tras la restauración

Publicat el 27 de juny de 2016 a les 19:45
Uno de los mayores órganos de Catalunya es el de la iglesia parroquial de Sant Pere de Terrassa, y el concierto que celebraba su restauración, el domingo, tuvo carácter de acontecimiento. Unas doscientas personas escucharon durante una media hora a Jordi Figueras en sus interpretaciones de una decena de piezas breves, de épocas y compositores muy distintos. Una selección escogida "para demostrar y dar a conocer los diversos registros y sonoridades del instrumento, y hacerlo sonar, en definitiva", señala el organista titular de Sant Pere.

Una historia iniciada en 1926
Jordi Figueras también realizó los conciertos de inauguración de este órgano, el 29 de junio de 1996, y del anterior, el 14 de abril de 1985. No hay noticias de la existencia de ninguno en la iglesia de Sant Pere hasta que el 30 de mayo de 1926 se inauguró el instrumento construido durante los dos años anteriores, en Collbató, por el organero genovés Silvio Puggina. El órgano Puggina fue quemado en julio de 1936, al estallar la Guerra Civil. Pero tenía un "hermano gemelo". Silvio Puggina lo había construido "en el mismo taller, los mismos años, y de características similares, y antes de la Guerra Civil había sido expuesto en la joyería Suñer de Barcelona. Pasó la guerra en el taller de Collbató, y en los años cuarenta fue adquirido por el Conservari de Barcelona".

La parroquia de Sant Pere lo adquirió en 1984, montándolo "en el mismo lugar del órgano desaparecido en 1936 y a modo de restitución histórica".

Insólito en Europa
El órgano Puggina sufría deficiencias técnicas en su sistema neumático, y una limitada dotación tímbrica, de modo que en 1988 se inició una reestructuración y ampliación, respetando al máximo todas las piezas y partes originales. Fueron seis años de trabajo del taller Federico Acitores de Torquemada, que finalizaron en 1996 con un nuevo órgano de cuatro cuerpos sonoros, 36 registros, 2.230 tubos, tres teclados manuales y uno de pedal en la consola central, y dos teclados manuales independientes de la consola central para el primer y segundo teclados. Esta característica es "un hecho insólito en Europa, que permite la interpretación de música para tres órganos".

Veinte años después, tras el polvo que ha acumulado en las restauraciones del conjunto monumental y de la iglesia, el órgano necesitaba una limpieza y una restauración. También la ha realizado el taller organero de Federico Acitores, y ha sido posible "gracias a la colaboraciones de parroquianos de Sant Pere, y también de otras personas y entidades terrassenses".