"El TNT, entiéndase como un poema"

Publicat el 23 de setembre de 2016 a les 21:28
"Llega el otoño, y también el festival TNT-Terrassa Noves Tendències", abrió su director Pep Pla, el viernes a última hora de la tarde, en la Plaça Vella, el acto (escénico) de explicación del programa, que siempre se realiza una semana antes de la misma (este año, del 29 de septiembre al 2 de octubre). En esta edición, son 32 espectáculos, 43 funciones y cuatro instalaciones, con la novedad del "TNT Kids" (nueve propuestas para niños, The Pinker Tones incluidos), de los que esta vez nos hizo la boca agua, desde el escenario de la Vella, el coreógrafo Pere Faura. Armado con una pala matamoscas, resumió el contenido del TNT 2016 con bailes, y recuerdos de un ensayo general de "El Messies". En él vió a los cantantes, "máquinas de interpretación sublime", que en las pausas hacían cosas cotidianas y al director reflexionando en voz alta, y escuchó momentos de música maravillosa. "Y todo era muy TNT, pensé".

Porque en el TNT hay poética de lo cotidiano, artistas que se plantean "cómo construir otras relaciones con el público", y "cosas más abstractas, diferentes de la razón".

"A veces, hay quién dice que lo que hacemos en el TNT no se entiende. Pero es porque no hay que llevarlo a un lugar de razonamiento, como un cuento con moraleja, sino que hay que entenderlo como un poema. Las piezas tienen más que ver con la poesía que con la narrativa, por así decirlo", afirmó.

Política, cotidianidad, danza
Y habrá poéticas diversas, en el TNT. Estará la de la reflexión política más genérica: "Birdie", de la Agrupación Señor Serrano, o "Anarchy", de la Societat Doctor Alonso. Otros espectáculos se adentran en temas específicos: "El perico tumba la paloma", de Marc Caellas, sobre la cocaína y su negocio; "Veracruz", de Lagartijas Tiradas al Sol, sobre la violencia; "Sous la place", en torno a las revueltas árabes. Y los hay sobre temas cotidianos como el amor ("Mos Maiorum"), la comida ("Cena de pájaros", de Los Hedonistas) o la comercialización de la felicidad ("Molar", de Quim Bigas). Y de poéticas más abstractas (danza, musica) o interactivas.

"El TNT a veces da miedo. Tiene un punto de explosión, es cierto. Pero no está pensado para asustar. Se hace entre amigos", dijo Faura, antes de acabar lanzando confetti y con el grito de "Visca el TNT!".