"No me imagino ejerciendo otra profesión que no sea la de bailarín"

El bailarín Ivan Vasiliev, estrella invitada del Teatro Bolshoi de Moscú, lidera la gran gala de estrellas rusas que ofrecerá el Centre Cultural Terrassa el próximo 11 de marzo en su auditorio. Ivan, acompañado también de la bailarina Oxana Bondoreva, visitó ayer el escenario y departió con los medios de comunicación sobre la gala, su profesión y sus preferencias en estilos, músicas y maestros de la danza. Se define como un bailarín de clásico, arraigado a la escuela rusa y a su país, y un apasionado de la música de Bach. Ivan debutará por primera vez ante el público egarense con dos obras, una de ellas "Amadeus", sobre música de Mozart, que él mismo ha creado y que es un estreno mundial.

Usted lidera la gan gala de danza de figuras estelares del ballet ruso que actuará el próximo 11 de marzo en el Centre Cultural Terrassa. ¿Será un espectáculo excepcional?
Sí, creo que sí porque los bailarines que actúan y las coreografías son muy bellas. Habrá obras clásicas y también alguna moderna. Esta gala es una gran oportunidad para ver a primera figuras rusas.

¿Cuáles son las obras que interpretará aquí?
"Amadeus", de Mozart, que es un estreno mundial, con música en directo del pianista Albert Guinovart, y junto a la bailarina Oxana Bondoreva, y el paso a dos de "Don Quijote" con música de Ludwing Minkus y coreografía de Marius Petipa. La primera es una pieza especial y que desprende mucha serenidad. Creo que gustará mucho.

Su carrera profesional se ha desarrollado en prestigiosas compañías internacionales. Actualmente es estrella invitada del Teatro Bolshoi de Moscú, de la Scala de Milan y del Teatro de Baviera, y primera figura en el Teatro Mikhailovkii de San Petersburgo. También bailó con el American Ballet de nueva York. ¿Hay diferencias entre la escuela rusa, la italiana y la americana?
En todas las compañías me he sentido muy cómodo y he bailado muy a gusto. Las compañías de primera división todas son exigentes pero si puedo elegir, prefiero formar parte de una compañía rusa, porque yo soy de allí y me identifico mucho más,. Y, además, me gusta estar y vivir en mi país, en concreto ahora resido en Moscú. Pero también es cierto que en cada compañía te debes acoplar porque cada una tiene una forma personal de trabajar pero todas por igual piden bailar muy bien, mucha dedicación y mucho esfuerzo.

Usted está considerado como un bailarín con unas cualidades extraordinarias, por sus espectaculares saltos y su potencia física. ¿Nació para ello?
No, no. Yo siempre quise ser bailarín, dedicarme a esta profesión, pero cuando era pequeño y hablaba de esta aspiración me comentaban que no lo veían posible. Mi físico parecía que no iba de acorde con el que debía tenía un bailarín. Pero he trabajado muy duro para llegar hasta donde estoy.

La escuela rusa, donde usted se formó y ejerce de bailarín, es de las más prestigiosas del clásico. ¿Es un estilo que le atrae?
He probado y bailado diferentes estilos pero en el clásico es con el que me desenvuelvo mejor y, por otra parte, con el clásico puedes bailar en muchos ballets del mundo.

¿Tiene alguna obra para su interpretación predilecta?
Todo lo que he hecho hasta ahora me gusta pero antes pido ver el rol que han pensado para mí. Y si no me atrae, no lo acepto.

Rechazar una propuesta es un lujo al alcance de pocos bailarines
Yo soy así. Es mi forma de ser y de actuar. Lo he hecho siempre.

¿Puede citarme alguna obra, algún músico y maestro que le hayan influido?
Siento una debilidad por Bach. cada vez que escucho y bailo con la música de Bach, crezco. Con su música viajo al Cosmos, al Universo, a Dios. En cuanto a mis maestros en danza tengo un referente de cabecera que es Yuri Vladimirov, que fue bailarín del Teatro de Bolshoi, y en la actualidad es profesor de danza.

En sus giras por Europa ha tenido la oportunidad de ver otras compañías. ¿Qué opinión le merecen?
Hay compañías que hacen un buen trabajo y bailarines destacados. En España he tenido la oportunidad de actuar en Barcelona, Madrid, y el próximo sábado debutaré en Terrassa. De España sólo puedo hablar de la danza española que bien interpretada es una maravilla y me gusta en particular el flamenco.

Las compañías de danza españolas se quejan, a veces, de la falta de apoyo de las administraciones. E, incluso, las clásicas consideran que debería haber compañías adscritas a teatros públicos. En su país, ¿se ha resentido la danza?
No, no. Rusia tiene una larga e histórica tradición en la danza clásica y sigue igual. Hay grandes ballets que forman parte de los teatros nacionales de más prestigio. En mi país, la política no afecta al ballet porque es un arte, una cultura, que se potencia.

¿Por qué eligió esta profesión? ¿Hay tradición en su familia?
De pequeño ya dije que quería ser bailarín y que me formaría para ello. Era mi sueño. Tengo un hermano que también es bailarín y forma parte del Ballet del Teatro de Bolshoi. Y luego, está mi pareja, mi esposa, que también es bailarina. Se llama Maria Vinogrado y es solista en el Bolshoi. Y también soy padre de una niña de 8 meses...

¿Si imagina ejerciendo otro oficio?
No, que va. La danza es mi vida.