Un festival de jazz "que se hace querer" y del que solo se habla bien

La voz de Laura Simó, una de las grandes cantantes catalanes de jazz, protagonizó ayer, con un concierto en el que presentó su disco "Afterglow", una de las aperturas estilísticamente más cálidas que se recuerdan en la historia del Festival de Terrassa. La sesión inaugural de esta edición número 36, se desarrolló, como es habitual, en la Nova Jazz Cava, también como cada año llena a rebosar y con un ambiente expectante (muchos músicos y personas de entidades de la ciudad), que rezumaba ganas de escuchar jazz de festival y de comenzar vivir el gran evento musical anual de Terrassa.

"Para el pueblo y del pueblo"
"El Festival de Jazz no solo es música. Se hace para el pueblo y lo hace el pueblo, y lo abrimos cada año a las plazas y las calles de Terrassa, con el Picnic-Jazz, pero también con los conciertos en la Plaça Vella y la plaza de Catalunya", comenzó Jordi Chueca, presidente de Amics de les Arts, el acto inaugural. Pero nada es gratis, y Chueca recordó que "podemos hacer conciertos gratuitos gracias a esta gente que hoy está sentada en primera fila, instituciones y empresas patrocinadoreas que han apostado por el festival a lo largo de los años".

Chueca expresó asimismo su agradecimiento a todas las personas que, desde hace 36 años, hacen posible el festival, y saben lo que cuesta, "también la gente que lleva las cajas y colabora en la organización y el desarrollo del Picnic-Jazz".

"Catalunya es un país de festivales, hay muchos, y del de Terrassa sólo he escuchado buenas palabras", señaló Albert Bardolet, director del área de música del departamento de Cultura de la Generalitat. "Todos los músicos consagrados han pasado por él, y hablan bien de él, y para los jóvenes el paso por Terrassa es el impulso que necesitan para proyectarse hacia fuera, y también hablan bien. En suma, este es un festival que 'es fa estimar'".

Bardolet reconoce que el jazz no es un género musical de masas, "y por eso da tanta alegría ver hoy aquí tanto público, tanta afición por el jazz en Terrassa. Gracias por el favor que hacéis a la música, y que esto no se detenga", concluyó.

La banda sonora de la ciudad
Para el alcalde Jordi Ballart, el Festival de Jazz de Terrassa "se ha ido haciendo grande, ha tenido dificultades pero ha resistido, y se ha consolidado como uno de los de referencia en toda Europa y a nivel internacional". Al igual que el jazz se ha convertido en la banda sonora de la ciudad y uno de los "buques insignia" de su proyección.

¿El secreto del éxito? Para Ballart tiene dos piliares. El primero, "la calidad musical y artística, mantenida a lo largo de los años". Y el segundo, "su espíritu ciudadano, abierto, participativo, que lleva el jazz a las calles y las plazas de Terrassa durante estas semanas".

El certamen es una apuesta firme de la ciudad por la cultura, "que no entendemos como algo superfluo, ni como un lujo, sino como un derecho a ser libres, que genera igualdad de oportunidades e identidad, que cohesiona la sociedad", y que también hay que entender "como un motor de promoción económica". Ballart incidió en su intervención en este aspecto económico de la cultura, y en la aportación del festival a la dinamización del turismo y la economía local".

Todo ello no sería posible "si no existiera el 'alma mater' del festival, Amics de les Arts", o los colabofadores y patrocinadores. "Muchas gracias a todos por vuestra sensibildiad, y que tengáis un buen festival !Que comience el festival!"

El recuerdo de unos grandes
Y apareció ipso facto en el escenario Valentí Grau, camisa blanca y pantalón verde, y "esto está a punto de comenzar", fue su primera frase. Grau recordó que este 1917 es el año del centenario del nacimiento de tres grandes músicos de jazz: Dizzy Gillespie, Thelonius Monk y Ella Fitzgerald. "Gillespie hizo un concierto memorable en el cine la Rambla, y allá detrás lo tenemos, en una fotografía con Tete Montoliu, que hace veinte años que nos dejó, y que fue un referente importante de JazzTerrassa".

Por eso este año, el día 29, en Amics de les Arts, "le haremos una cosa importante": una mesa redonda en la que se escucharán grabaciones realizadas por Tete Montoliu, en la primera Cava de la calle de Sant Quirze, con el trompetista terrassense Josep Maria Farràs. "Tete Montoliu a Terrassa, 1971-1997" será el título de este acto.

El festival de este año está dedicado, apuntó Grau, a cinco personas "que nos han dejado recientemente, con las que compartimos labores a todos los niveles, en Jazz Terrassa, y a los que siempre estaremos totalmente agradecidos": Jaume Canyameres, Lluís Subirana, Joan Vancells "Billy", Joan Alsius Serra "Pelut" y Francesc Vila. El último es un contrabajista de Vilafranca, fallecido hace tres semanas, a los 86 años, que en la década de 1960 se integró en el ambiente terrassense de jazz y formó parte del Modern Jazz Quintet con Farràs.