El nuevo Passeig

Publicat el 05 de maig de 2017 a les 19:40
El Passeig del Comte d'Ègara es, sin duda, uno de los ejes céntricos de la ciudad que registra mayor dinamismo y que no ha sucumbido a la peatonalización. El espacio, que abarca desde el puente del Passeig hasta la Font Vella, conserva la esencia de las dos propuestas que realizó el arquitecto Ignasi Escudé Gibert por encargo del Ayuntamiento sobre plano, la primera en noviembre de 1939 y la segunda en febrero de 1942. Cuando presentó la segunda idea, el facultativo ya ejercía como arquitecto municipal. Fue nombrado de forma oficial un 23 de diciembre de 1939 con una retribución de seis mil pesetas para ocupar la vacante que dejó tras su muerte Melcior Vinyals, el arquitecto de la Casa Alegre de Sagrera y de los mercados de la Independencia y del Triomf, entre otras obras.

Escudé Gibert reordena un Passeig que hasta la fecha era un espacio de tierra flanqueado a ambos lados por una hilera de árboles. En su interior sólo había una pequeña edificación, una glorieta, desde donde se ofrecían conciertos para amenizar fiestas populares, y un puesto de refrescos y bebidas. El Passeig había funcionado hasta 1935 como lugar de celebración de actividades ciudadanas, desde actos de la Festa Major hasta el Carnestoltes, pasando por fiestas escolares pero a partir de ese año se decidió trasladar esa actividad festiva a la nueva Rambla. Además de punto de encuentro lúdico también lo fue reivindicativo de concentraciones y manifestaciones obreras.

La propuesta
El arquitecto dibuja el nuevo trazado, en forma de triángulo, desde la altura del actual Hospital Universitari MútuaTerrassa hasta el inicio de la Font Vella capaz de dar visibilidad todo el eje que va desde el Passeig hasta el Palau d'Indústries-Escola Industrial de Muncunilll, aunque esta perspectiva se vería frustrada por la instalación del monumento a los Caídos que se inauguró en 1944. Sobre plano, define un paseo central rodeado de zonas ajardinadas, delimita áreas para el ocio infantil, reubica la glorieta -al menos así se reinterpreta de su plano donde inserta un "templete" con esa estructura- e incorpora en la zona sur, cuando comienza la Font Vella, un estanque circular con una escultura que tomó la figura de un pez con tres cabezas que funcionaban como fuentes de agua.

Esta obra artística -la escultura- se retiró con el tiempo a causa de actos vandálicos y el estanque se reconvirtió en jardinera. Permanece todavía el cierre -burladero- que se concreta en un muro de piedra que abraza toda el área perimetral y que funciona a su vez como banco para el reposo. En consonancia emplea el mismo material, la piedra, para los bancos que se extienden en el interior del espacio y en las escaleras de acceso distribuidas a lo largo de la superficie para salvar las rampas entre el paseo y la calle. Las obras, en las que contó con el paisajista Jaume Argemí, se llevaron a cabo durante el año 1943.

En el renovado Passeig enfatizó la elegancia si cabe del conjunto señorial situado, especialmente, en el margen izquierdo en dirección a la Font Vella, construido por la burguesía industrial entre finales del siglo XIX y principios del XX y protegido por el catálogo municipal. Escudé Gibert firmó la reforma en 1941 de una de estas viviendas, la Casa Duran, situada en el Passeig, 2. Finalmente, aunque dibujada por el arquitecto en los planos de 1939 y 1942, desapareció la glorieta que había sido un icono durante décadas.

El arquitecto fue el autor también de la reordenación de la trama viaria del barrio de Cementiri Vell (aprobada en marzo de 1942) que se efectuó tras el traslado del camposanto a la carretera de Montcada, así como del ensanche de la calle de Puignovell.