Riñones sanos, vida saludable todo el año

Publicat el 17 de juliol de 2017 a les 20:52
Por su vinculación directa con el sistema cardiovascular y su impacto en la calidad de vida, la salud de los riñones debe cuidarse tanto como la salud del corazón. En verano, las vacaciones son tiempo de descanso pero también de cierta condescendencia con los excesos. Solemos saltarnos los límites tanto en las comidas como en las bebidas, con los riesgos y peligros que ello comporta a nuestros riñones.

Por ello la Sociedad Española de Nefrología (SEN) ha puesto en marcha una campaña de sensibilización, con una serie de consejos para que la población proteja su salud renal. "Hay una cierta legitimación social de los excesos en vacaciones frente a la que debemos cobrar conciencia porque los excesos no dan felicidad y sí pueden resultar bastante nocivos para la salud de nuestros riñones", advierte la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología, María Dolores del Pino.

En cambio, los expertos aconsejan aprovechan el descanso y la mayor disponibilidad de tiempo de ocio para cuidarse aún más. Planificar mejor las comidas, llevar una dieta más saludable y hacer más ejercicio son los tres pilares que defiende la SEN en esta campaña. Los médicos nefrólogos advierten que hay poco conocimiento y cultura social sobre los hábitos que son beneficiosos y los que son perjudiciales para la salud de los riñones. Bastante menos que sobre la salud cardiovascular "cuando la realidad es que la salud de ambos órganos están íntimamente relacionados", añade. De hecho, los especialistas recuerdan que a medida que la función renal disminuye el riesgo de morir por fallos cardíacos aumenta. Asimismo, la situación a la inversa también tiene sus riesgos. La presencia de factores de alteración del sistema cardiovascular triplica el riesgo de contraer una enfermedad renal.

"Epidemia silenciosa"
A pesar del desconocimiento social, los hábitos alimenticios perjudiciales para el corazón también lo son para los riñones. Y las enfermedades renales tienen un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas afectadas. De hecho, la enfermedad renal crónica (cuando estos órganos no cumplen debidamente su función) es conocida en el mundo sanitario como "la epidemia silenciosa" por su creciente incidencia en la población. Según los últimos datos, aproximadamente 4,5 millones de personas padecen la enfermedad renal, de las cuales unas 56.000 están en tratamiento renal sustitutivo. Además las patologías de los riñones han aumentado un 20%, porcentaje asociado al envejecimiento de la población. Otros factores de riesgo son la diabetes, la hipertensión arterial o la obesidad. Todos ellos vinculados a un estilo de vida poco saludable.