El calendario para la revisión catastral de Terrassa que tendrá efectos prácticos en 2018 fijaba para mediados de julio el envío de los nuevos valores sobre el patrimonio inmobiliario. Este plazo se ha pospuesto hasta septiembre. A partir del día 1 de ese mes, la Gerencia Regional del Catastro enviará las notificaciones electrónicas y después las de correo ordinario a los propietarios de inmuebles.
Así lo ha comunicado la Cambra de la Propietat Urbana de Terrassa tras una reunión mantenida recientemente entre el secretario de esta institución, Joan Planas Comerma, y el gerente regional del Catastro, Antoni Ripollés. El motivo del encuentro era para tratar sobre el tema de la revisión urbana dado que la Cambra de la Propietat presentó diversas alegaciones contra la misma.
El secretario de la Cambra de la Propietat Urbana, Joan Planas, ha valorado que "la modificación del calendario para las notificaciones es una decisión bastante acertada en la medida que estas fechas de finales de julio y agosto son prácticamente inhábiles debido a las vacaciones". Planas sí que significó que "el nuevo calendario puede tener afectación en los periodos de presentación de las reclamaciones que pueden ser más cortos". Tras la entrevista, la Cambra ha comunicado también que la Gerencia Regional del Catastro ha considerado variar a la práctica algún aspecto que beneficiará a los ciudadanos afectados y que hace referencia al tema de la aplicación del coeficiente para parcelas interiores. Desde la entidad también han explicado que "se ha discutido mucho, sin llegar a ningún acuerdo, sobre la aplicabilidad del coeficiente por el 'estado de vida' relativo a la antigüedad del inmueble.
La revisión catastral sobre Terrassa tendrá efectos sobre el bolsillo a partir de enero de 2008 y a través del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La ponencia elaborada desde el equipo de gobierno prevé un aumento del 18,7 por ciento de término medio en los inmuebles de la ciudad y del 24, 47% en el caso de los de uso residencial.
Observaciones
La Cambra de la Propietat Urbana ha reiterado que ya manifestó en su día su desacuerdo por considerar que "no había podido acceder al estudio de mercado y poner de manifiesto diversas cuestiones que, de no modificarse, perjudicarán a los propietarios, facilitando subidas del IBI sin motivación jurídica".
De momento, el Ayuntamiento ha asegurado que el impacto de la revisión catastral sobre el recibo del IBI de 2018 será de un máximo del 5 por ciento sobre la cuantía actual. La última revisión urbana de la ciudad tuvo lugar en 1996.
Publicat el 26 de juliol de 2017 a les 20:23
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