El pacto no peligra, pese a las duras críticas al socio

Publicat el 07 de setembre de 2017 a les 22:26
El debate del agua ha polarizado la escena política local y acentuado un marcaje permanente al Partit Demòcrata Català por su indefinición, hasta el último momento, sobre el modelo de gestión, amparándose en falta de información. Ayer, cuando los socios minoritarios optaron por la "abstención constructiva", se convirtieron en blanco de las críticas. El chaparrón, sin embargo, provocó un gesto inequívoco del portavoz del gobierno sobre la solvencia del pacto: "Lamento que sean sólo 20 votos, 3 abstenciones y 4 noes -dijo alfredo Vega. Me gustaría más apoyo, pero siempre estarán remando", en alusión al compromiso de PDeCAT.

Xavier Matilla fue quien más duramente cuestionó la actitud de Sàmper, a quien acusó de "hacer de abogado de Mina" al plantear como amenaza un elevado coste de la liquidación económica con la compañía. "Ha hecho suya la cifra de 60 millones y puesto en duda la solvencia de los técnicos municipales y con ello la del responsable político del área. ¿Qué argumentos de decencia le quedan para mantenerse en esa silla?", le espetó.

Minutos antes, el mismo Matilla apuntaba un posible cambio de gobierno en la ciudad, al afirmar que el cambio de modelo se apoya en "una nueva correlación de fuerzas que comportará un cambio en las maneras de hacer en la ciudad".