Ha tardado mucho más de lo esperado y prometido, pero por fin los vecinos de La Maurina podrán ver hecho realidad uno de los proyectos más ansiados en el barrio: el nuevo equipamiento cívico. Las obras estaban incluidas en el Pla de Barris que debía desarrollarse entre 2008 y 2012 y financiarse entre el Consistorio y la Generalitat, pero este programa sufrió numerosos retrasos y el equipamiento, el proyecto más emblemático, quedó postergado hasta ahora, cinco años después. Ha sido la determinación de los vecinos la que ha provocado que las instituciones, especialmente el Ayuntamiento, no se olviden del proyecto. En mayo de 2016, todos los partidos del pleno acordaron una moción para que las obras del Pla de Barris se retomasen este año y culminasen en 2018. El equipo de gobierno materializó el acuerdo incluyendo 1,5 millones para este programa en los presupuestos de 2017 y reiteró el compromiso de finalizar las obras el próximo año.
El futuro equipamiento cívico empezó a hacerse realidad este lunes, cuando comenzaron las obras en la plaza de La Maurina. No sólo se levantará este centro, sino que los trabajos incluyen también la reurbanización de la plaza y las calles del entorno. En total, las obras, que el Ayuntamiento califica "de gran magnitud", durarán 13 meses, de manera que se espera que el proyecto esté acabado en otoño de 2018. La actuación supone una inversión de algo más de dos millones de euros.
El edificio proyectado es de tres plantas, con una superficie de más de mil metros cuadrados construidos, que ha tenido que hacer frente al reto de integrarse perfectamente en la plaza y, al mismo tiempo, adaptarse a los desniveles de este espacio. Por este motivo, el equipamiento cívico estará semisoterrado y será transitable por sus tejado ya que una parte será, de hecho, el suelo de la plaza. El nuevo edificio contará con instalaciones para las entidades y también con servicios básicos de gestión y otras funcionalidades, como, por ejemplo, un espacio para cafetería, áreas de descanso o almacenes, entre otros.
La plaza y las calles adyacentes
Además del equipamiento, está previsto reurbanizar la plaza de La Maurina. La nueva configuración, explica el Ayuntamiento, responde a las necesidades del nuevo edificio. Así, la plaza integra una parte del techo del inmueble. El reto que suponían los desniveles de la plaza se ha resuelto con un diseño de espacios verdes con voluntad ornamental. También habrá espacio para actividades al aire libre y se adecuarán zonas para juegos infantiles.
Finalmente, las obras afectarán también a la configuración de las calles de Franc Comtat y de Felip II. Se aprovechará para mejorar las condiciones urbanísticas, tanto de la configuración de las vías como la de los servicios. Se sustituirán los pavimentos y se reorganizarán las calles, dando más prioridad a los espacios destinados a los peatones. Se mejorarán las redes de servicios, como los embornales, y otros elementos de la red de alcantarillado, el suministro de agua, el alumbrado público, la red de telefonía y, sobre todo, la red eléctrica. Se retirarán palos eléctricos y se soterrarán o se colocarán fijados en las fachadas. En esas calles también se plantarán nuevos árboles y se renovará el mobiliario urbano.
ARA A PORTADA
Publicat el 04 d’octubre de 2017 a les 20:22
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