Seguir una rutina saludable ayuda a mantener la diabetes bajo control

Publicat el 09 d’octubre de 2017 a les 19:23
En el caso de las personas con diabetes, los cambios en el ritmo de vida que se pueden producir durante un fin de semana de puente como el que se acerca, el del 12 de octubre, deben vigilarse con especial atención. El motivo es que tales cambios pueden tener consecuencias negativas sobre la salud y el control de la enfermedad. Un incremento de peso que se dé durante el puente, derivado de haber seguido unos malos hábitos alimenticios puede, por ejemplo, afectar al ritmo metabólico y también dificultar el control de la glucemia.

La Federación Española de Diabetes (Fede) recomienda, por este motivo, seguir una "rutina saludable" para tener la enfermedad bajo control. Para ello, lo más importante es establecer objetivos realistas y tener siempre muy presentes dos pilares que resultan básicos. Por un lado, hacer ejercicio físico de una forma regular. Y, por el otro, mantener una alimentación sana y equilibrada. Ambos pilares acompañarán, en algunos casos, al tratamiento farmacológico acordado con los médicos.

En cuanto a la alimentación, la Fede recomienda evitar el sedentarismo y hacer del ejercicio físico una actividad siempre presente en la planificación semanal de las personas con diabetes. Para que el deporte se convierta en un hábito, es recomendable escoger una actividad física que resulte entretenida y también probar a realizar ejercicio acompañado.

Caminar y comer sano
Una actividad física sencilla puede ser caminar durante 30 minutos, al menos, cuatro días a la semana. Y si se quiere optar por una actividad más intensa, los expertos aconsejan las rutinas basadas en entrenamiento con intervalos de alta intensidad, un ejercicio que se ha demostrado beneficioso para mejorar la salud cardiovascular y la sensibilidad a la insulina en personas con diabetes tipo 2 y prediabetes.

También hay que seguir una dieta equilibrada, que elimine los alimentos ricos en azúcares y grasas saturadas y dé más protagonismo a las verduras y las frutas frescas. Según la Fede sería bueno que cada plato de comida contuviera un 50% de verduras, un 25% de alimentos proteicos (carne, pescado o huevos) y un 25% de farináceos (pan, pasta, arroz...). De postre, una pieza de fruta. Y, para beber, agua.