Cómo sobrellevar el primer día de trabajo tras el cambio de hora

Publicat el 21 de març de 2018 a les 19:56
En la madrugada de este sábado 24 de marzo adelantaremos los relojes una hora, por lo que a las 2.00 serán las 3.00. Esta modificación horaria, que se aplica fundamentalmente como medida de ahorro energético, suele generar durante los primeros días un impacto en nuestro organismo, potenciando la aparición de síntomas como la fatiga, el cansancio, la dificultad para conciliar el sueño y, en ocasiones, un repunte de estrés y/o ansiedad.

Desde Super Premium Diet, el servicio de asesoramiento nutricional en farmacias del Grupo NC Salud, se ofrecen una serie recomendaciones para adaptarnos correctamente al nuevo horario durante el primer día laboral tras el cambio:

Desayuno. Comienza el día con un desayuno completo mediterráneo, que sea rico en vitamina C. Para ello debemos incluir una fuente de carbohidratos complejos integrales (pan o cereales), un vaso de leche o bebida vegetal sin grasas ni azúcares añadidos y una ración de fruta entera, con fresas, kiwis o naranjas, que nos ayudarán a mantenernos enérgicos.

Media mañana. Es importante fijarse un momento a media mañana para tomar un tentempié con alimentos saciantes. Una segunda ración de fruta, un derivado lácteo (queso fresco o yogur) o un sándwich integral vegetal pueden ser perfectos aliados.

Comida. Elige legumbres (en guisos, ensaladas o salteados) ya que, por muy pocas calorías, aportan fibra, proteínas vegetales, carbohidratos complejos y triptófano, ideal para aumentar los niveles de serotonina y melatonina, que mejoran el estado de ánimo y la calidad del sueño, respectivamente.

Merienda. Por la tarde apostaremos por aquellos frutos que sean ricos en magnesio, como el plátano, la nuez o la avellana, pues este mineral actúa mejorando el bienestar psicológico y nos prepara para disminuir el estrés del día y optimizar el descanso.

Cena. Debe mantenerse a la hora habitual, con platos ligeros, con verduras como protagonistas y evitando las comidas ricas en grasas como los embutidos, quesos curados, salsas y frituras. Estos suelen desencadenar malas digestiones y un sueño intranquilo.