Pere Sabater, el ebanista que fue galerista de Vancells, Duch y Benet

Publicat el 24 d’agost de 2018 a les 19:27
La colección oficial de productos terrassenses que se presentó en la Exposición Universal de Chicago de 1893 lo hizo con una instalación de Pere Sabater i Armengol (Terrassa, 1866-1938), que además de ebanista y profesor de la Escola Elemental d'Indústries, fue galerista y un personaje importante -y olvidado- en la historia de las artes en nuestra ciudad. Ana Fernández, historiadora del arte e incansable investigadora del pasado cultural de Terrassa, lo rescata en el estudio que publica como separata del número 228 del boletín de la Associació de Col·leccionistes.

Con solo 27 años, Pere Sabater realizó este importante encargo para la Exposición Universal. Consistía en un elemento en forma de óvalo, "con ejes de catorce por cuatro metros, con un zócalo de madera cortada de imitación de nogal y un bastidor curvado que permitía la exhibición de los tejidos de lana fabricados por los principales industriales de la ciudad", escribe Ana Fernández. Lo construyó en el salón del Cercle Egarenc, y a instancias del Institut Industrial.

Pere Sabater fue un ebanista de prestigio en la ciudad, pero su trayectoria se vió jalonada por los diversos incendios sufridos en sus talleres, que Fernández detalla en su trabajo. Y con vocación también de galerista de arte. Cuando en agosto de 1907 trasladó a unos bajos del número 40 de la calle de Sant Pere el despacho y la tienda, que le fue decorada por dos grandes pintores de la Terrassa de aquella época, los hermanos Pere y Tomàs Viver Aymerich, comenzó a organizar en ella exposiciones.

Todos los grandes

Una colección de cien caricaturas de personajes terrassenses, realizada por Lluís Bagaria i Bou (Barcelona, 1882- La Habana, 1940), e inaugurada el 1 de diciembre de 1907, fue una de las primeras exposiciones organizadas por Pere Sabater en su tienda. Sería seguida durante años por otras de artistas locales. Y en 1914 adquirió los bajos del inmueble contiguo (número 38 de la calle de Sant Pere) para ampliar la sala. El 27 de abril de ese año inauguraba la ampliación con una exposición de su amigo Tomàs Viver. La lista de artistas que en los siguientes años expusieron en su establecimiento es impresionante, e incluye prácticamente todos los artistas terrassenses de mayor importancia de su tiempo: Joan Duch i Agulló, Pere Prat, Joaquim Vancells, Rafael Benet, Josep Armengol, Antoni Badrinas. Y también algunos de foráneos, como Lluïsa Botet, o el polifacético Alexandre de Riquer, una de las figuras más importantes del Modernismo en Catalunya.

Especial éxito tuvo otra exposición de caricaturas -un arte que Pere Sabater debía apreciar-, que Frederic Elies i Domínguez (Terrassa, 1886-Barcelona, 1963) inauguró el 10 de abril de 1920 ("no el 25 de marzo, como aparece en algunas publicaciones", puntualiza Fernández con su erudición habitual). Presentaba nada menos 103 dibujos de personas muy conocidas en Terrassa. Tuvo un alto número de visitantes, y una elogiosa crítica en el diario La Comarca del Vallès.

En cuanto a las otras facetas de Pere Sabater, Fernández destaca que en la tienda de la calle de Sant Pere, a partir de 1908, Tomàs Viver impartió clases nocturas y gratuitas de dibujos, mientras que el propio ebanista las daba de construcción de muebles, que eran de asistencia obligatoria para sus operarios. "También, gracias a sus estocs
de muebles, Sabater se dedicaba a prestar mobiliario para representaciones escénicas en las salas de teatro locales."

Su prestigio como ebanista fue creciendo, y en 1913 su taller contaba con más de cuarenta operarios. Le hacían encargos importantes. "En 1908, por ejemplo, hizo toda la carpintería del establecimiento de droguería y alimentación de la viuda Carné, en el Raval, En 1910, se hizo cargo de parte del mobiliario de la Masia Freixa, y al año siguiente se ocupó de hacer todos los muebles de la nueva relojería y joyería de Eduard Nogués i Sunyol, que fue inaugurada en la calle de Sant Pere esquina con la de Sant Fructuós, actualmente calle de Cardaire, el 26 de octubre de 1911. Del resto de la decoración se ocuparon sus amigos Pere y Tomàs Viver".

Traslado

A principios de 1928, con 62 años, Pere Sabater trasladó su tienda a la calle de Sant Pau, 1-3, y confió su dirección a su yerno, Ismael Molà i Ruiz. "Al año siguiente, apareció en la prensa un anuncio que daba noticia de que la casa Sabater de la calle de Sant Pere, 40, liquidaba todas sus existencias de muebles y que a partir de entonces se dedicaría exclusivamente a la construcción de ebanistería y carpinteria por encargo". Los incendios persiguieron a Pere Sabater hasta el final. Otro siniestro,y grave, se declaró en su local de la calle de Sant Pere, el 18 de enero de 1935. "El mismo año anunciaba que su tienda se encontraba domiciliada en la calle de Ramon Pont, 3, manteniendo su taller en la calle de Galileu, un taller que, siete años después de la muerte de Pere Sabater, se traspasó al propietario de una leñería".

En 1910, Pere Sabater se hizo cargo de parte del mobiliario de la Masia Freixa. Tres años después, su taller contaba con más de cuarenta operarios