La enuresis nocturna: cómo hay que actuar

Publicat el 01 de novembre de 2018 a les 04:00
Mojar la cama por las noches, lo que conocemos como enuresis nocturna, suele ser visto por los padres como un problema transitorio y sin importancia que se resolverá con la edad. Al contrario de lo que se piensa, es un trastorno que debe consultarse con el pediatra porque, de no tratarse, puede llegar a la edad adulta.

La enuresis nocturna es la emisión de orina durante el sueño, sin despertar, en niños de más de 5 años de edad. Puede afectar a cualquier menor y se considera enurético aquel que tiene dificultades en el control miccional nocturno al menos una vez al mes, según indican la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Continencia de los Niños.

La enuresis nocturna es un trastorno frecuente, con una incidencia aproximada del 16% a los 5 años y del 10% a los 6 años, aunque los profesionales médicos coinciden en que está infra diagnosticada e infra tratada, por lo que la incidencia se supone mayor, y no recibe el manejo y tratamiento adecuados. Los mayores de 14 años, son probablemente el grupo que más lo sufre por las implicaciones sociales que el trastorno tiene para un adolescente.
La falta de información e interés de algunos padres puede agudizar este trastorno que puede pasar desapercibido hasta edades muy tardías y constituir un problema de salud importante para niños y adolescentes, según afirmó el doctor Juan Carlos Ruíz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño y autor del libro “¿Por qué se orinan los niños en la cama?

¿Cuáles son las causas?
El 90% de los casos de enuresis se deben a causas fisiológicas que puede ser maduración de la vejiga, producción de orina nocturna superior a la normal, etc., el 10% restante puede deberse a un acontecimiento inusual en la vida del niño o en su estructura familiar como el nacimiento de un hermano, la separación de los padres, etcétera.
El primer estudio mundial de asociación del genoma en la enuresis (GWAS en sus siglas inglesas), indica que es probablemente hereditaria. La investigación muestra que el riesgo de orinarse en la cama es entre 5 y 7 veces mayor entre los niños con un padre enurético y aproximadamente 11 veces más si ambos padres lo fueron. Se ha comprobado también una estrecha relación con otras patologías como estreñimiento, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).

Mojar la cama por las noches tiene consecuencias en la vida escolar, personal y el equilibrio familiar del niño: baja autoestima, impedimentos para desarrollarse socialmente -acudir a campamentos, colonias o dormir en casa de amigos-, falta de motivación y fracaso escolar, interrupción del sueño, aislamiento, etc., son algunas de las consecuencias de la enfermedad que está considerada por los niños que la sufren entre 8 y 16 años, como el acontecimiento más traumático detrás del divorcio y las peleas entre los padres.

Además supone una carga económica importante pues se estima que el lavado y secado de ropa o el cambio de colchón con más frecuencia de lo habitual suponen al año un gasto de 1.200 euros.

La solución pasa necesariamente por la consulta con el pediatra que, además de proporcionar información sobre el problema, realizará las pruebas oportunas para descartar otras patologías más graves que llevan asociada enuresis. El pediatra determinará entonces el tratamiento a seguir ya sea una serie de medidas de conducta, aportar la hormona que el cuerpo no libera u otras medidas.