La huella en almacenes industriales

Publicat el 24 de desembre de 2018 a les 18:10
La vasta producción del arquitecto Lluís Muncunill Parellada para la clase acomodada de la época del sector textil tiene poco que ver con la de sus predecesores. El arquitecto con nombre de rey mago, Melcior Vinyals Muñoz, firma tan solo tres almacenes industriales que siguen en pie y que están catalogados. El primero, el más singular, es el Magatzem Torras, situado en la confluencia de la calle de Sant Pere con La Rasa. Este edificio, que se inauguró en 1915, es conocido popularmente como "Cal Sastre d'Olesa". No en vano fue promovido por Pere Torras Obiols, un sastre olesano, que eligió Terrassa para abrir su comercio, el único de la ciudad entonces que también vendía al detalle. En el currículum, este almacén industrial está considerado como el más importante de Vinyals. El arquitecto resolvió con elegancia un hueco con vistas sobre un solar irregular y afectado por un fuerte desnivel. Ideó un edificio triangular y enfatizó la fachada de la esquina que coronó en la parte superior con una decoración floral en alegoría al comercio. Además de la forma, destaca el balcón de hierro que recorre todo el exterior y que hace de línea divisoria entre la planta baja y el primero piso que el propietario utilizó como vivienda particular. En la actualidad, el Magatzem Torras, que conserva un friso de cerámica de inspiración floral en el exterior, está ocupado en la planta baja por una firma de restauración. A pocos metros, en la plaza de Saragossa, se sitúa otra obra de Vinyals. Es el Magatzem Font Batallé (1910), que antes fue ocupado por una entidad bancaria y ahora está vacío, y un poco más arriba, en la plaza de Mossèn Cinto Verdaguer, está el Magatzem Corcoy (principios del siglo XX), también en desuso y reformado. El Magatzem Corcoy presenta un diseño bastante original de la época por la tipología de la fachada, estructurada en una puerta central y dos ventanas laterales rematadas por un arco de herradura.