La "anomalía" de la prisión preventiva

Publicat el 19 de març de 2019 a les 21:39
Josep Rull cuestiona esta semana la aplicación que España hace de la prisión preventiva que, "con demasiada frecuencia se emplea como un avance del castigo final o como mecanismo de presión para forzar al reo a llegar a posibles acuerdos de condena". El país tiene un severo código penal y bajas tasas de delincuencia, pese a lo cual la población reclusa supera la media de la UE. "Una auténtica paradoja", opina Rull, que tiene "una de sus claves" en la duración -dos años prorrogables a cuatro- de la prisión preventiva. En este punto, el político recuerda el caso de unos marineros ucranianos que conoció en la prisión de Estremera. "Hacía tres años y medio que estaban en prisión sin fecha remota para el juicio y llevaban más de un año esperando que su abogado de oficio fuera a verlos". El "abuso" de la prisión preventiva "es una anomalía que debería interpelar a todo el mundo", opina Rull, que también compara los equipos de tratamiento de las prisiones catalanas con los "recusos limitadísimos" de las madrileñas.