La Associació de Col·leccionistas abre el mundo de las cajas de música

Publicat el 12 d’agost de 2016 a les 18:05
Las cajas de música constituyen un ámbito tradicional de coleccionismo, y a ellas dedica la Associació de Col·leccionistes de Terrassa (ex Grup Filatèlic) un estudio en el último número de su boletín. "¿Qué es lo que más llama la atención de estos objetos? Sobretodo su singularidad, la música que reproducen, el movimiento en algunos casos y los detalles de su fabricación", escribe su autor, Santi Rius, que remonta su origen al Bagdag del siglo IX, donde "los hermanos Mohamed, Hassan y Ahmed Musa, especializados en el estudio de la ciencia árabe, crean un automatófono. León el Filósofo, en la corte de Teófilo el Iconoclasta, inventó unos árboles con pájaros que cantaban automáticamente dotados del mismo sistema". Leonardo da Vinci o Athanasius Kircher perfeccionaron este sistema, y en 1796, en Ginebra, Antoine Favre-Salomon patentó una caja con un cilindro musical, "el mismo mecanismo que aún se utiliza hoy en día".

En Suiza precisamente se encuentra un museo de cajas musicales, y durante muchos años fueron suizos sus fabricantes y exportadores, "Actualmente Estados Unidos y Inglaterra son buenos lugares donde encontrarlas ya que son muy populares sobretodo en fiesta de Navidad. Pese a ello, actualmente la mayoría se fabrican en China". Rius presenta diversas webs dedicadas al tema, de empresas, coleccionistas de todo el mundo y tiendas, y recomienda la visita al museo de Otaru, en Japón.

Diferencia las cajas de música por su mecanismo, su movimiento, y las figuras. "En el caso de los carruseles, el movimiento imita a los de verdad, en escala pequeña. En personajes, escenas o paisajes, el movimiento se da normalmente solo en alguna de sus partes, por ejemplo una bailarina o un tren que dan vueltas". Una curiosidad: las grandes jarras de cerveza alemanas "tenían en el fondo, por la parte externa, una pequeña caja de música adaptado al contorno de la porcelana".

nuevo logotipo

El boletín de la Associació de Col·leccionistes de Terrassa también incluye una amplia entrevista con Sergi Duran, autor del nuevo logotipo de la entidad. "El logo anterior era muy anticuado y recargado, tenía muchos elementos y correspondía a una etapa en la que dominaba el coleccionismo de sellos y monedas. Ahora los tiempos han cambiado y pensé que se había de dar una imagen mucho más clara, sencilla y para todo tipo de coleccionismo", explica este estudiante de la Escola Municipal d'Art i Disseny. El proyecto tuvo su origen en un ejercicio de clase, planteado por los profesores Petra Schieck y Antoni Dalmau.

La publicación también incluye la reseña del libro "Edulcorants, sucres i col·leccionisme" de Miquel Paraira, presidente de la entidad,; la relación de todas las colecciones que formaron la exposición colectiva de socios, finalizada el pasado día 6 de julio,y la crónica de la concesión a título póstumo de la Medalla d'Honor d ela Ciutat a Salvador Alavedra, socio hasta su fallecimiento. Precisamente fue la Associació de Col·leccionistes la que, junto con la Fundació Torre del Palau, presentó al Ayuntamiento la propuesta.

la exposición de septiembre

Este número 497 del boletín de la entidad se complementa con la memoria de las actividades del pasado año, una relación de libros de Terrassa para intercambiar, noticias del mundo del coleccionismo y las secciones habituales, y el anuncio de la exposición monográfica de este año. Presentará, los próximos meses de septiembre y octubre, en la sala 2 del Centre Cultural Terrassa, una parte de la colección de originales de comic del terrassense Joan Rojas. Entre ellos, piezas de Walt Simonson, Jim Starlin, Alan David, Dave Cockrum, Rafael López Espí (portadista de Vertice), y algunos dibujantes de la ciudad (Miquel Montlló, Dani Zarzuelo, Oriol Hernández).