Más de 35 mil alumnos estrenan un nuevo curso con normalidad

Publicat el 12 de setembre de 2016 a les 20:08
Las escuelas e institutos dejaron ayer de ser un oasis de paz y volvieron a respirar su ambiente habitual. Más de 35 mil alumnos empezaron un nuevo curso escolar con normalidad pero marcado por la caída de matrícula en párvulos de 3 años (P3) y el aumento de la misma en la secundaria.

El de ayer fue muy especial para los más de dos mil niños de párvulos de P3. No sólo era su primer día de colegio sino también su primer día de una nueva etapa vital. La Escola Pere Viver, donde estuvo este diario, recibió a los pequeños a las 9,30 de la mañana, media hora más tarde del horario de apertura habitual para dedicarles así la atención que merecían.

Los nuevos alumnos entraron en el aula acompañados de madres, padres e incluso de ambos. Todo fue como un bálsamo hasta que los progenitores se despidieron. La pequeña Mireia corrió hacia la puerte reclamando a su madre llorando con desespero. "¿No sé por qué llora?. Hace unos minutos estaba contenta, incluso bailaba", contó su madre Yolanda, a modo de disculpa. Mireia no fue la única. Sus lágrimas contagiaron en seguida a Megan, Marta y algunos chiquillos más. Todos se agolparon en la puerta para ver si aún permanecían sus padres y escapar con ellos.

Las maestras Helena, tutora del grupo, y Mercè no lo tuvieron fácil pero echaron mano de su experiencia. Fueron en su búsqueda, les mimaron, les acompañaron a la zona de juegos y compartieron conversación y entretenimiento. Mireia, Mega y Marta curiosearon en una caja llena de muñecas, eligieron su preferida y se abrazaron en un gesto espontáneo.

Críticas al cierre de líneas
El aula de P3 se llevó todo el protagonismo de una escuela pública que es de las más veteranas de la ciudad. Situada en el Pla del Bonaire, el Pere Viver acumula 47 años de actividad lectiva a sus espaldas y fue pionera en la implantación del ordenador en las aulas. Lídia Jové, que lleva veinticinco años en el colegio, aseguró que cada curso es nuevo. "Empezamos con mucha ilusión y con el propósito de que los retos planteados funcionen bien o sea que los niños crezcan en un ambiente afectivo, que se sientan a gusto, y que logren buenos resultados. Y para conseguirlo hay un grupo de maestros implicado y unos padres muy colaboradores".

Mirada optimista la expuesta por Jové pero no en su totalidad. El Pere Viver es una de las siete escuelas (seis públicas y una concertada) afectada por la reducción de líneas de P3 por la caída de la natalidad. Este curso hay 2.096 niños matriculados en P3, 359 menos que el curso anterior.

La directora no escondió su preocupación. "A pesar de que era previsible -las últimas preinscripciones no habían sido buenas- nunca esperas que te toque a ti y al final hay que aceptarlo. El Ampa se movilizó y lo quiere seguir haciendo durante este curso para recuperar la línea que hemos perdido y volver a las dos que teníamos". Los padres también compartían la misma inquietud. Melani, madre de Valentina de P3, señaló que "reducir plazas en la preinscripción no es una buena medida porque creas un efecto contrario y padres que eran candidatos buscan otras opciones. Aquí, por ejemplo, hubo muchos padres interesados en las jornadas de puertas abiertas pero después, al conocer la noticia, renunciaron". Josep Maria, padre de Marc, también de P3, añadió que esta "praxis" de cerrar la línea antes de la reserva de plazas "no era adecuada". El alcalde Jordi Ballart, en su visita al colegio, incidió también en esta medida. "Nos hemos desplazado al Pere Viver justamente porque es una de los centros públicos donde se cerró un grupo antes de la preinscripción. Defendemos la escuela pública y estamos en contra del cierre de líneas máxime cuando se están financiando escuelas privadas que segregan por sexos. El camino a seguir para mejorar la calidad sería bajar lar ratios y no eliminar grupos".

Las obras de los institutos
La situación que vive infantil nada tiene que ver con la ESO donde hay que ampliar plazas para atender las numerosa demanda que llega de 6º de primaria. En esta etapa, Ensenyament ha abierto dos grupos en la pública, en el Investigador Blanxart y en Can Roca. En total se han matriculado 2.375 alumnos a 1º y son 74 más que el curso anterior. Ballart aprovechó también para referirse a los institutos pendientes (el de Can Roca y Les Aimerigues) y reiterar que serán "exigentes" en el calendario de las obras que fija su construcción a partir de 2017 y su inauguración en el curso 2018-19. Ballart siguió reclamando el edificio para la Escola Sala i Badrinas y señaló que era necesario.