Una despedida póstuma del verano ataviada con ropa tejana

Publicat el 03 d’octubre de 2016 a les 19:58
El sábado por la tarde, en ocasiones incluso se hacía difícil caminar por la Rambla d'Ègara ante la gran afluencia de visitantes del Denim Street Life. La feria del tejano constituyó, durante todo el fin de semana, una especie de despedida póstuma del verano (aprovechando los últimos resquicios del buen tiempo) que sacó a los terrassenses a la calle (y también atrajo foráneos). La programación de actividades se cumplió tal como estaba prevista, y en todos los puestos consultados a última hora del domingo se registraba satisfacción.

"Hemos vendido como el pasado año. La mejor franja, el domingo por la mañana", señalaba Sara Serrano, responsable de Boboli Terrassa, que sin embargo lamentaba que este año se hubiera avanzado el cierre del horario comercial, a las nueve el sábado, y a las ocho el domingo. "Nos hemos quedado cortos. El sábado, habríamos prolongado mucho más de la nueve."

Un escaparate de difusión
Estar en el Denim no resulta barato para un establecimiento, comentaba Mercè Junyent, al frente de El Bagul de la Moda, "y además son muchas horas, y un esfuerzo, pero es rentable. Más allá de las ventas, que las hay, por la publicidad y el hecho de que la gente te conozca". "Por fin he encontrado alguien que costumiza tejanos", comentaron varios visitantes de Barcelona en este puesto de esta tienda de ropa de segunda mano, rediseño y arreglos, que vendía tejanos desde un euro (sí, uno), procedentes de donaciones y restos de stock. Y donde detectaron que cada vez el público tiene menos prejuicios con la ropa usada. "Las sábanas de los hoteles han pasado por muchos clientes, y nadie pone reparos. Toda la ropa que ponemos a la venta ha sido lavada y arreglada, y hay piezas únicas, con rediseños propios. No somos un rastro."

A lo largo de la Rambla estuvieron instalados diez "food trucks" (con churros, crepes), que tuvieron buenas ventas, pero no pudieron igualar el ambiente gastronómico que se creó en la planta del Mercat de la Independència, donde en algunos momentos era dificil encontrar una mesa libre. "Hemos tenido más gente que el pasado año, al nivel ya de la Fira Modernista", nos comentó Pau Gamissans, de la parada que lleva su apellido.

Una sorpresa de este espacio de degustaciones fue, este año, encontrarse que tenía "un ambiente joven, bohemio, con gente hipster, muy de Barcelona, que conocían más el tema y lugar, que se ha difundido de boca a boca". No era el público habitual de restaurante, por lo que en el consumo predominaban más "los montaditos, tanto fríos como calientes".

Los talleres, este año con una oferta más amplia, también estuvieron a rebosar. Por el de estampación de camisetas con tampones de Boboli Terrassa, por ejemplo, pasaron unos 150 niños. También tuvieron mucho éxito entre los pequeños los organizados por el INS Terrassa, "de manualidades y peluquería, al otro lado de la Rambla. En el puesto, vendemos lo que hacemos nosotros", explicó Carla Moreno, una de sus responsables. El CEM también desarrolló concurridos talleres de títeres, instrumentos musicales y música en familia, y Matalasseria Martínez hizo lo propio con estampación de cojines.

Un circuito de Fórmula 1
Pero la actividad que despertó más expectación, en jóvenes (16 años era la edad mínima) y adultos fue el simultador de Fórmula 1 con realidad virtual. "El pasado año trajimos un volcador, y en esta ocasión hemos optado por este simulador", contaba Bernabé Cantón, director de la Autoescola del RACC, ante la larga fila de personas que aguardaban turno. Al sentarse y ponerse el casco y las gafas, tenían una vuelta virtual por un circuito de Fórmula 1, "de duración variable; entre dos y cinco minutos, depende de lo que aprieten el acelerador".

La música es un capítulo aparte en el Denim. El espacio joven no ocupó este año la plaza del Parc dels Catalans, y fue un escenario más reducido frente al House of Kebab, pero también una contínua y exhaustiva muestra de las diversas manifestaciones de rap, hip hop y electro soul básicamente, con sus "batallas de gallos", también flamenco pop y otros géneros. Otro espacio con actuaciones estuvo instalado en el cruce entre la Rambla d'Ègara y la calle de la Rasa. Allí se sucedieron, el sábado, las actuaciones de grupos de alumnos del Aula de Música de Terrassa (no sabemos si versionearon "Requiem in Denim and Leopardskin" de Pet Shop Boys, "My Jeans" de Jonathan Richman, "Blue Jeans" de Lana del Rey, "Blue Jeans And A Boy's Shirt" de Glen Glenn o otros temas sobre pantalones tejanos de la historia del pop y el rock, como debería ser preceptivo en este feria, pero sí animaron a la concurrencia). La música más en coherencia con los tejanos fue, como cada año, el country que sonó en la exhibición de baile que Austin Texas Terrassa ofreció el domingo en el Portal de Sant Roc.