El dueño del Vapor Ros niega en herencia la cesión al Ayuntamiento

El propietario del Vapor Ros, el antiguo complejo textil y modernista al que se accede por las calles del Portal Nou y del Racó, ha dejado en herencia su propiedad a la Generalitat de Catalunya con una cláusula expresa que prohibe el uso o la propiedad por parte del Ayuntamiento de Terrassa durante 30 años. Así lo ha puesto de manifiesto la Generalitat en conversaciones con la administración local estos días.

La condición frustra la voluntad municipal de negociar con Patrimoni de la Generalitat un acuerdo que permita la cesión o venta al municipio del Vapor Ros. Diseñado y construido en 1901 por Lluis Muncunill, se trata del último vapor textil que se conserva prácticamente intacto en el centro histórico. El complejo está destinado a mejorar la conexión del Vapor Gran con el centro histórico y a convertirse en pieza clave de la dinamización del sector.

Francisco Cabeza Fonseca, heredero único de Mariano Ros y propietario del vapor del Portal Nou, falleció el 17 de agosto soltero y sin hijos. Antes de su muerte, la administración municipal ya intentó convencerle de que cediera las naves al municipio, pero el titular no se prestó. Cabeza mantenía una tensa relación con la administración local por temas fiscales, de manera que nada más lejos de su intención que tener un gesto con la autoridad municipal. Fuentes municipales afirman que hace años la cesión al municipio estuvo muy cerca, pero se acabó frustrando.

Ahora, la muerte del heredero de Mariano Ros arroja numerosas incógnitas sobre el futuro urbanístico de la zona. La Direcció Generalitat de Patrimoni tardará en torno a un año en revisar la herencia, decidir si la acepta y, en caso afirmativo, registrar la nueva titularidad. Entre tanto, el Vapor Ros carece legalmente de propietario.

Suspensión de licencias
La herencia testada en favor de la Generalitat llega tras la decisión municipal de decretar, el pasado noviembre, una suspensión de licencias en el ámbito del vapor. El Ayuntamiento tiene intención de reordenar el espacio, en el que ahora conviven varios usos (residencial, equipamientos, comercial).

Los técnicos de urbanismo ya trabajan en la revisión del expediente con la vista puesta en la dinamización del sector. Sobre la mesa está el histórico proyecto de abrir paso desde la calle de la Font Vella hasta el Portal Nou; también la idea de liberar espacios en el interior.

Según fuentes municipales, la suspensión de licencias afecta a todas las edificaciones que conforman el ámbito del vapor, incluido el parking del Portal Nou y la "casa pairal" vivienda de Mariano Ros, ubicada en la esquina de la calle de la Església. El edificio, que albergó el casal de personas mayores Anna Murià, es propiedad de la Fundació Sant Llàtzer. La moratoria también afecta a varias viviendas, al centro cultural El Social, además de la nave industrial catalogada.

Actualmente el Vapor Ros alberga actividad en algunos de sus espacios. Conviven el gimnasio Espai Tosca, el restaurante vegetariano Damunt un cel de Fil, una escuela de cocina y la escuela Acció Teatre, entre otras actividades.

Los inquilinos mantienen en este momento su relación con un albacea, a quien han liquidado hasta hace poco los alquileres. Ahora, a la espera de que la Generalitat tome posesión como nueva propietaria, se han agrupado para depositar los arrendamientos mientras el nuevo propietario no los reclama.

Los distintos operadores, que además de buena vecindad mantienen una estrecha relación, permanecen atentos a las novedades que depare la muerte y la herencia testada de Francisco Cabeza Fonseca. La mayoría de ellos tiene intención de continuar con su actividad en el interior del vapor, un espacio céntrico y emblemático del que valoran su privilegiado entorno fabril.