Degustar los platos típicos de muy variados lugares, los de origen de muchos terrassenses, a precios tan irrisorios como uno o dos euros, y aprenderlos a cocinar, en los talleres que se desarrollaron, fue uno de los principales motivos que llevó este año el público a la Mostra de la Diversitat Cultural. Pasear por el Recinte Firal, el pasado fin de semana, suponía todo un viaje por los sabores del mundo. "Thiebou djieun, ackara, akara, beñe, bissap" anunciaba la carta de la Associació Catalana de Residents Senegalesos, y muchos quisieron descubrir a qué sabían estos nombres. El sábado al mediodía, la Asociación Cultural Musulmana de Terrassa agotó los tickets de su cuscús (a dos euros). Un euro costaba la sopa, y otro las pastas, y ya era un comida completa (el té lo regalaban). "Hemos intentado poner los precios más asequibles posible, y la gente se ha interesado muchísimo. Hay quién a venido a comer más de una vez", nos comentó, en un catalán perfecto, Hanae Akhazzan, una de las personas que atendían el puesto, mientras, unos metros más allá, el ex alcalde Pere Navarro salía de la "haima" de la Asociación.
La Unión Cultural Latinoamericana ofrecía papa y ají de gallina. También podían degustarse cocinas más cercanas, servidas por la Coordinadora d'Entitats de Cultura Andalusa de Terrassa (preparada junto a una gran fotografía de Camarón de la Isla), la Unión Extremeña (caldereta), la Asociación Cultural de Castilla-la Mancha en Terrassa (migas), O Nolo Lar (pulpo, empanada), el Centro Regional de Murcia de Sabadell (michirones, paparajotes), el Centro Aragonés de Terrassa. La mayoría de los puestos exhibían asimismo indumentaria o artesanía tradicionales.
El felli, el "caixó" y la olla
Toda el ala derecha del Recinte Firal fue el espacio de juegos populares de diferentes culturas, novedad de este año, de dimensiones inesperadamente grandes, dinamizado por Miqui Giménez, y que posiblemente mereció una mayor promoción. Numerosos plafones explicaban las características de una larga lista de juegos: el owari (Senegal), el felli (Marruecos), la rayuela, el aro, los bolos serranos, los bolos catalanes, la chave (Asturias y Castilla), la tanguilla, la calva, la rana, el "caixó" (País Valencià), el tirachinas, la peonza, el molino de nueve y también la "Baixada del Drac", basado en el de la oca, y que propone seguir el camino que el Drac de Terrassa realiza, el viernes de Festa Major, desde su cueva hasta el Raval . Giménez hizo practicar a niños de todas las edades los juegos de cucaña (carreras del carpazo, de burros y de sacos, romper la olla). Unos metros más allá, en diversas mesas, los asistentes se enfrascaban en juegos de ídem.
El presidente de la Coordinadora d'Entitats de Cultura Andalusa, Antonio Merino, señaló a este diario que la Mostra ha vuelto a cumplir sus objetivos convivenciales, si bien se ha notado el recorte presupuestario. "Los stands no eran tan grandes, y, en nuestro caso, no han podido venir representantes de las poblaciones andaluzas. Aunque las nuevas actividades han despertado interés, la Mostra ha reducido su vistosidad, y este año tampoco han habido actuaciones estelares".
ARA A PORTADA
Publicat el 21 de març de 2017 a les 19:10
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