La CUP acusa al bipartito de degradar la sindicatura local

El grupo municipal de la CUP cree que la actual situación de indecisión sobre el futuro Síndic Municipal de Greuges es insostenible. La "excesiva dilación" del equipo de gobierno en tomar una decisión está contribuyendo a "desvirtuar" la figura que tanto reconocimiento había obtenido en la etapa de Isabel Marquès, la última en ocupar el cargo.

La CUP exige que el alcalde, Jordi Ballart, "se ponga en contacto de inmediato" con el Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, para "aceptar su recomendación y la ayuda" que el propio Ribó se prestó a ofrecer al Ayuntamiento para encontrar una salida al conflicto y desencallar la elección del Síndic local. Según afirma Sirvent, en una reciente conversación telefónica mantenida con Ribó, este le explicó que está a la espera de recibir una respuesta del alcalde sobre si acepta o no su recomendación y la colaboración a la que se prestó.

Consulta sin garantías
La edil anticapitalista no se explica "por qué el equipo de gobierno no ha contestado aún a la resolución de Ribó" y no se pronuncia sobre si acepta o no su recomendación y su colaboración. En su informe, del pasado mes de marzo, Ribó concluye que la consulta que se celebró durante el pasado diciembre no se ajustó a la legalidad vigente, por lo que no hubo garantías. Recomienda que se aprueben las normas necesarias para poder realizar el proceso participativo respetando los requisitos legales.

La CUP entiende que se debería, por tanto, anular el resultado de la consulta actual y diseñar una nueva. "Mientras llega el momento de repetir el proceso", Sirvent cree que sería buena opción pedirle a Isabel Marquès, la última Síndica local, que asuma el cargo.

La situación actual "es inaceptable y vergonzosa" y demuestra la "inoperancia" del equipo de gobierno a la hora de tomar decisiones. Sirvent considera que detrás de esta larga espera están las discrepancias entre los socios de gobierno y el hecho de que al bipartito "ya le está bien la gestión administrativa pura y dura en la Sindicatura, en lugar de tener una figura imparcial que denuncie las malas praxis del Ayuntamiento".