El esplai La Fábrica ya ha rodado el proyecto con éxito

Publicat el 28 d’abril de 2017 a les 21:31
En el esplai La Fábrica tienen claro que un buen desayuno puede cargar todas las pilas, las físicas y las emocionales. El equipo del centro, capitaneado en aquel momento por el propio Noel Duque, decidió explorar la vía del encuentro antes-de-ir-a-clase en 2013, como herramienta para combatir el ausentismo escolar. "Pronto vimos que de una necesidad surgía otra y que los desayunos nos permitían trabajar muchos aspectos como los hábitos alimentarios, la higiene, la puntualidad...", explica Tomás Ordóñez, actual responsable de los proyectos de jóvenes, deportivos y del desayuno del esplai.

Una media de 15 chicos y chicas de Can Tusell, Bon Aire y Sant Pere Nord acuden cada mañana al "despertador" en el casal cívico de Can Tusell, que arranca antes de las 7 con la ruta desde casa, en la que unos pasan a buscar a otros.

En el casal "nadie va a plato puesto". En la sala funciona la "rueda de servicios", de tal manera que "las tareas se reparten en función de los horarios de cada uno" y mientras los primeros calientan el horno, preparan el pan para los bocadillos y ponen la mesa, otros se encargan de recoger y clasificar bien los alimentos en la nevera. Cuando todos han desayunado, los que entran más tarde se encargan de limpiar las mesas y barrer para que todo quede perfecto. A las 8 o las 8,30, todos en clase.

Después de varios años de experiencia, el proyecto ha ido madurando y "el resultado hoy es muy positivo -explica Tomás-. El 95% de los chicos y chicas mejoran hábitos y resultados en el instituto. Hacemos seguimiento y los profesores confirman que los chavales están más despiertos, van más motivado y aumenta el rendimiento académico. Ellos mismos nos proponen nuevos usuarios".

Desde el minuto uno en el esplai La Fábrica tuvieron claro que este era un proyecto integral. La entidad activa todos sus dispositivos de apoyo y junto al bocata, los chavales que lo necesitan hacen refuerzo escolar, se integran en los equipos de fútbol sala, participan en los distintos talleres o se incorporan a la brigada La Fábrica. "Podíamos hacer una fila y repartir bocadillos, pero no es eso. De esta manera ni segregas ni estigmatizas porque esto no es un comedor social".