Entre el 14 de febrero de 1938 y el 21 de enero de 1939, el presidente de la República, Manuel Azaña, residió en la Torre Salvans de Matadepera, custodiado por 45 guardias armados. Allí mantuvo audiencias con el presidente del Gobierno, Juan Negrín, el de la Generalitat, Lluís Companys, Paco García Lorca o Josep Tarradellas, celebró al menos un consejo de ministros, y escribió uno de sus discursos más famosos. Esta presencia en nuestros lares, en las postrimerías de la Guerra Civil, del jefe del Estado español, màxima autoridad política del territorio que controlaba la República, tarde o temprano tenía que acabar generando literatura de ficción. La estrena Tessa Julià, escritora precisamente matadeperense, que en “El cosidor d’errades” noveló la Terrassa de la segunda mitad de siglo XX. Ahora, en “No sense tu”, Julià recrea ese año de Azaña en Matadepera, y sus posibles repercusiones en una familia de payeses. Publicada en una colección de narrativa para jóvenes, la obra también rinde homenaje a Robert Louis Stevenson.
¿Cuál ha sido la idea generadora de “No sense tu”?
Dar a conocer el hecho de que Manuel Azaña estuvo en Matadepera, en 1938 y 1939, que poca gente conoce. Y con esta excusa, explicar la Guerra Civil desde el punto de vista de la gente payesa, y del de un soldado normal que está en el frente y escribe cartas a su familia. Y recuperar aquella Matadepera campesina, dedicada al campo y al bosque, que tampoco es conocida. En aquella época, Matadepera era un pueblo de payés, que vivía sobre todo de la viña y del bosque.
Antes de ponerse a escribir, ¿mucho trabajo de documentación?
Sí. Primero, sobre la época, y sobre Azaña y su estancia en el lugar. Quería que todo fuera real. Para saber lo que sucedió me ha sido muy útil el libro de Baltasar Ragón, “Terrassa, 1936-1939. Tres anys dificils de guerra civil”. Si en la novela hay un día que nieva, es que ese día en concreto realmente nevó . Y he utilizado las cartas de guerra que envió mi suegro, cuando era soldado, traspasándolas a los personajes.
¿Las cartas no son ficticias, pues?
No. Todas son reales, aunque las he “tuneado” un poco. Mi suegro las escribió cuando era novio de mi suegra (que las conservó) y en la novela quién las escribe es un hombre casado, que tiene hijos. Son cartas, por cierto, muy bonitas. A través de ellas, y de lo que escuchan por la radio, los personajes van conociendo los hechos de la guerra. La gracia estaba en que todo esto no quitara importancia a la historia de la protagonista, Anna.
¿Cómo es este personaje?
Cuando empieza la novela es una chica que cuida de las vacas y el huerto de unas tierras que, con la llegada de la República y la guerra, han pasado a ser de su padre, porque los propietarios huyeron. Pero le molesta “viure a pagès”, y querría hacerlo en Barcelona y pasear por el Passeig de Gràcia. Su padre marcha voluntario a la guerra, y su madre entra a servir a casa de Azaña. Hubo gente de Matadepera que fue a trabajar para Azaña en la Casa Salvans, en la cocina, la limpieza, o lo que fuera. Anna quiere huir del ambiente en el que vive y al final también acaba en la Casa Salvans.
En la primera página de la novela, Anna acaba de arrancar porros y coles, y corre a su habitación para seguir leyendo “La flecha negra” de Robert Louis Stevenson.
“La flecha negra” es la aventura de una chica que se disfraza de chico para que no la encuentren, y se enamora de un chico, del que se hace amigo, sin que sospeche la verdad. Y como en la Casa Salvans están buscando un chico que lleve de excursión a Azaña por los bosques de los alrededores, Anna coge esta idea de “La flecha negra”, se disfraza de chico y va a la Casa Salvans a solicitar este trabajo.
Y también se enamora, claro.
Medio se enamora de un soldado. Éste cree que Anna es un chico, y se hacen amigos. La conoce como chico y como chica. Me gusta Robert Louis Stevenson y esto es como si fuera un homenaje. En el fondo, he querido escribir una novela de aventuras, las de Anna.
¿Cómo se entremezclan estas aventuras con la Guerra Civil?
La guerra está como escenario, es el decorado. En el interior hay unos personajes a los que les van pasando cosas. He cogido algunos hechos reales importantes, pero pocos, para que no fuera una novela estrictamente de guerra. A través de las cartas del padre se ve cómo evoluciona, y cómo es la vida de un soldado, y a través de la chica, que se queda en casa, ves cuándo se vendimia, se recogen las coles, se planta, y la venida de muchos refugiados a la zona de Matadepera, algo que realmente sucedió. Después está toda la retirada republicana, que la protagonista también vive.
“No sense tu” ha sido publicada en una colección de novela juvenil. ¿Relamente lo es?
Yo la reivindico como una de estas novelas denominadas “crossover”, que son para todas las edades. La misma historia, escrita desde el punto de vista del padre que marcha a la guerra, o de la madre que se queda sola, y se ha de cuidar de todo, y está sirviendo en Casa Salvans, podría ser una novela corta de adultos. Hay muchos adultos que se la han leído y les ha gustado mucho. No por publicarse en una colección juvenil una novela ha de poder ser leída solo por jóvenes.
LOS DATOS
Título: “No sense tu”
Autor: Tessa Julià Dinarès
Editorial: Animallibre
Precio: 8,95 euros