Lo que fue un hospital devino en la esencia del mercadeo

Publicat el 11 d’agost de 2017 a les 19:51
unca se sabe lo que deparará el futuro y lo que pueda llegar a cambiar todo por los motivos que sean. Muchas veces, lo que había podido ser no acaba siendo, lo que puede ser termina por serlo, y lo que es, lo es para siempre. El Mercat de la Independència de Terrassa, por poner un ejemplo, ocupó el lugar de lo que fue un hospital. Situado en el Raval de Montserrat, este centro de sanidad pasó a la posteridad después de su derribo y de la nueva construcción que, para nada, mantendría el mismo tipo de servicio. Lo que fue un hospital y que lo podría haber seguido siendo, se transformó en un mercado de grandes posibilidades y dimensiones.

Esta metamorfosis, al menos en su esencia, ya que no en cuanto al edificio se refiere, puesto que fue derruido sin más, dio paso al punto más álgido de la ciudad en cuanto a la transacción de alimentos. Con lo que fue el antiguo hospital pegado sólo al mundo de los recuerdos, la primera piedra de la nueva edificación se puso el 4 de julio de 1904, día en que los estadounidenses, con absoluta probabilidad, recordaban el día de la declaración de su independencia, tras alejarse del yugo del imperio británico.

Es un guiño del destino que, en semejante fecha, se iniciara el proceso del levantamiento de un mercado al que se bautizaría con el nombre de Mercat de la Independència. En este caso, nada que ver los entresijos de la historia de los norteamericanos. El nombre fue de clara inspiración en la también conocida como la Guerra del francés, conflicto que duró de 1808 a 1814, que acabó con el triunfo aliado y que dio pie a uno de los motes más memorables de la historia, el de Pepe Botella, endosado a José Bonaparte, rey de España por la gracia de su hermano Napoleón, y consecuencia de las abdicaciones de Bayona, protagonizadas por Carlos IV y su hijo Fernando VII.

josé bonaparte

El caso es que, al parecer, José Bonaparte no era tan enemigo de beber sólo agua, como ha cantado la sabiduría popular, y el mote de Pepe Botella se atribuye a que en su reinado favoreció a las destilerías, retirando algunos impuestos, y liberalizó los horarios de los establecimientos en los que se vendía alcohol. También se conoció como rey Plazuelas, debido a su interés por atiborrar a Madrid de plazas, en detrimento de iglesias o conventos.

Volviendo al nombre que se le otorgó a este nuevo mercado, se aprovechó que se inauguraba el edifico en la fiesta mayor de 1908, justo en el año en que se cumplía el centenario del inicio de la Guerra del Francés. Por este motivo, y para loor de los valientes terrassenses que sacrificaron su vida para repeler a 0sus enemigos, se puso Mercat de la Independència. De hecho, el 6 de julio, en los actos por la conmemoración de la conflagración, en la fachada del edificio que da al Raval de Montserrat, se incluyó una placa recordatoria de los diferentes héroes locales.

La construcción, que consta de tres naves en forma de abanico, cuenta con una superficie de unos 3.400 metros cuadrados en la planta principal, y de unos 1.500 en la planta de abajo, que, en su origen, acogía a los carruajes y a los caballos. Actualmente, esta zona sirve de almacén para los paradistas, entre otros servicios.

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