Sudar sin control, un molesto problema

Publicat el 11 d’agost de 2017 a les 19:51
La hiperhidrosis se define como una producción excesiva de sudor por encima de las necesidades fisiológicas del organismo para regular la temperatura del cuerpo, y con independencia de cuántos grados haya en el ambiente exterior.

Éste es un problema que afecta a todos los sexos y que puede aparecer en todas las razas. "Su prevalencia se estima en torno al 3 por ciento de la población mundial, lo que supone que en España afecta a cerca de un millón dos cientas mil personas, según nuestros cálculos", afirma Elia Roó, dermatóloga y doctora médica de la Clínica Dermatológica Roó de Madrid.

Origen en la infancia

La sudoración excesiva es un trastorno del cuerpo que suele iniciarse en la edad infantil, aumenta en la adolescencia y disminuye en edades avanzadas, de manera que el mayor pico se observa entre los 25 y los 64 años.

Las zonas del cuerpo que suelen verse más afectadas por la hiperhidrosis son las axilas, las palmas de las manos y de los pies, así como la cara, si bien hay casos en que la hiperhidrosis es generalizada.

Aunque la hiperhidrosis tiene un impacto importante en la calidad de vida de quien la padece (ya que una simple acción como dar la mano a una persona desconocida puede suponer una incomodidad debido al exceso de sudor), no todas las personas que tienen este problema acuden al médico.

Según explica la propia doctora Roó, "sorprende" que frente al impacto notable en la vida diaria que representa la hiperhidrosis "sólo acudan al médico dos de cada tres pacientes."

La visita al especialista puede servir para que éste prescriba algún tratamiento que ayude a sobrellevar mejor la hipersudoración.

Tratamientos

Existen productos de aplicación local que funcionan a modo de tratamiento para la hiperhidrosis. "Los antitranspirantes, como el cloruro de aluminio, son eficaces por un tiempo limitado, pero no de una forma prolongada. Además pueden ocasionar irritación local y dermatitis", desvela la doctora Roó. Otro recurso para tratar la sudoración excesiva es la iontoforesis. Así se llama a la técnica que se emplea en medicina por la que se introducen iones de sustancias activas a través de la piel mediante la aplicación de una corriente continua de baja intensidad.

Otras alternativas para abordar los problemas causados por un sudor sin medida son los fármacos orales, como los anticolinérgicos, el láser o bien pasar por una operación quirúrgica.

Toxina botulínica

A todas esas opciones cabe sumar otro tratamiento, como es la toxina botulínica de tipo A. "Desde el año 1996 está indicada para la hiperhidrosis axilar", señala la dermatóloga. "Es fácil de suministrar, ya que su aplicación se lleva a cabo de forma ambulatoria en 20 o 30 minutos", indica.

"La toxina botulínica se inyecta en pequeñas dosis y actúa bloqueando las señales nerviosas que regulan la producción de sudor por las glándulas sudoríparas, produciendo una disminución del mismo", añade.

"El 89 por ciento de las personas que se han tratado de hiperhidrosis con toxina botulínica de tipo A se muestran satisfechas con los resultados en la primera semana, mientras que en la semana número dieciséis, hasta un 93 por ciento de los pacientes atendidos también afirman que están contentos con dicho tratamiento", concluye.

La hiperhidrosis suele comenzar en la niñez. El problema acostumbra a aumentar en la adolescencia, mientras que disminuye en las edades más avanzadas de la vida.