Libertad provisional para el cura acusado de abuso sexual

Publicat el 13 de setembre de 2017 a les 22:42
Joan A. B., el cura terrassense detenido por supuesto abuso sexual y prostitución de menores, salió ayer en libertad provisional tras prestar declaración en un juzgado de Amposta. El sacerdote ejercía de misionero: fue detenido el 31 de agosto en Honduras, en cumplimiento de una orden internacional de busca, captura y extradición emitida por el mismo órgano judicial ante el que ayer compareció.

El religioso es de Terrassa pero pertenece a la diócesis de Tortosa. En la causa, tramitada por el juzgado de instrucción número 4 de Amposta, hay once personas investigadas. Al sacerdote egarense se le atribuye la presunta autoría de delitos de abuso sexual a menor de 16 años, prostitución de menores y contacto con menores a través de medios telemáticos con finalidades sexuales.

A pesar de acordar su libertad provisional, la juez impuso al imputado varias medidas cautelares: le retiró el pasaporte para evitar que salga de territorio nacional y le prohibió que se comunique con el menor supuestamente víctima de su actuación. Tampoco podrá acercarse a menos de quinientos metros de él durante un periodo de un año, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

La denuncia que dio pie a la causa fue presentada en abril pasado. En mayo fueron detenidos varios individuos en localidades de las Terres de d'Ebre y el Camp de Tarragona. Y ese mes, la juez instructora emitió la orden internacional de detención del cura terrassense.

Relaciones
El mandato se cumplimentó en Honduras el 31 de agosto, cuando agentes de la Dirección General de Investigación de ese país arrestaron al sospechoso. Según una información de EFE, el misionero estaba acusado de mantener relaciones con un menor que en la actualidad tiene 15 años, si bien los contactos comenzaron, presuntamente, unos dos años antes.

El sacerdote llevaba en Honduras un año en virtud de un convenio de colaboración suscrito entre los obispados de Tortosa y Trujillo. El cura estuvo en Perú varios años y en octubre del 2008 se trasladó a la población hondureña de Sangrelaya, en la costa caribeña. Luego, entre el 2011 y el 2016, trabajó de sacerdote en Alcanar y Les Cases d'Alcanar. Tras su detención, el Obispado de Tortosa dijo que no había tenido ningunda información de "un comportamiento inadecuado" y manifestó su confianza en la Justicia y su disposición a colaborar con ella.