Las irregularidades de la anterior consulta

Publicat el 27 de setembre de 2017 a les 22:15
Tras la intensa polémica que rodeó la anterior consulta, celebrada a finales del año pasado, el bipartito, no sin reticencias, se vio obligado a anular el proceso, realizar algunos cambios en el reglamento y, ahora, repetirlo.

El proceso participativo explosionó cuando faltando apenas un día para que acabase el periodo de recogida de apoyos, el Observatori Ciutadà Municipal (OCM) señaló que dos candidatas (Isabel Cazorla, que resultó la ganadora, y Anna Muñoz, que quedó en segunda posición) estaban cometiendo irregularidades. Afirmaron que habían recogido datos de ciudadanos, como el DNI, para votar por ellos mediante Internet. Las dos afectadas admitieron que habían votado por otros personas, pero con su consentimiento y tras exponer sus dudas sobre esta opción al Ayuntamiento.

Sus explicaciones no evitaron que la sombra de la duda se instalase prácticamente en todos los partidos políticos, excepto en los socios de gobierno. Rápidamente, ERC, TeC y CUP exigieron anular el proceso.

La denuncia del OCM llegó a la Sindicatura de Greuges de Catalunya, que emitió un informe en el que señalaba las carencias legales de la consulta y la ausencia de garantías elementales, específicamente en lo que se refería a la identificación fehaciente de los votantes y a la confidencialidad y secreto del voto.

El Síndic de Catalunya, Rafael Ribó, reiteró en dos ocasiones al Ayuntamiento su recomendación de repetir el proceso. Finalmente, el bipartito, que había cuestionado los fundamentos que sustentaban la resolución de Ribó, admitió que la única salida para volver a restituir el buen nombre de la sindicatura local era repetir el proceso.