Savaresse patentó el invento de la botella de sifón en 1832, basándose en un artilugio precedente (una especie de sacacorchos con un tubo y una válvula, para vaciar las bebidas con gas), que inmediatamente tuvo muchas variaciones, que puede suponerse que pronto comenzaron a coleccionarse. Las botellas de sifón constituyen un extendido ámbito de coleccionismo, sobre el que recientemente se han publicado los libros "Los sifones de Lelo" (conversaciones con Aurelio Antidio Cuesta, uno de los grandes sifonófilos españoles) y "Fabricants i distribuidors de begudes carbòniques a Calella", de Albert Pruna, cuya colección comprende unas dos mil botellas de gaseosas, sifones, refrescos, leche y cervezas, reunidas en los últimos quince años.
Al coleccionismo de botellas de sifón dedica la Associació de Col·leccionistes de Terrassa un artículo de su boletín de septiembre-octubre, firmado por Santi Rius, que es más bien una historia de los sifones terrassenses. "Antiguamente, en cada ciudad en muchos pueblos había un fabricante de bebidas refrescantes. En Terrassa, como es lógico, también hubo una larga tradición de empresas que fabricaban o llenaban sifones", escribe.
Casasayas, desde 1930
La marca más antigua, "aún en funcionamiento en Terrassa es la de Casasayas, que en 1930 fundó Valentí Casasayas con su hijo Domingo. También podemos recordar su marca de gaseosas Sanitex y los sifones Nayade". Más antigua, creada en 1895, aunque en Barcelona, y trasladada en 1992 a Terrassa, es Sanmy. Ambas empresas tienen en su web preciosas fotos antiguas y de sus primeros productos.
"Otros fabricantes de sifones en Terrassa fueron Dalmases i Ramoneda, de la calle de Sant Llorenç, 110, aunque antes estas dos marcas habían ido por separado; también Miquel Mallofré de la calle Jodis, 4 (actual Dr. Ullés) o la de Josep Viver en la calle de Sant Josep, 34, y de marcas podemos remarcas, además, los sifones Rovira Raventós y los Torres". La historia de las bebidas carbónicas en Terrassa, como Albert Pruna ha elaborado la de Calella, todavía está por hacer, como también el catálogo de aquellas producidas en la ciudad. Y su existencia estimularía el coleccionismo. No obstante, pueden verse piezas en las webs y subastas de internet, a precios moderados (entre los veinte y los cincuenta euros).
Rius comenta diversas webs de coleccionismo de botellas de sifón (especialmente la de Silvia Isabal, de Binéfar) y recuerda que en la Flor de Vimbodí (Lleida) existe una empresa que aún realiza sifones y gaseosas al estilo antiguo, con el tapón de porcelana, que demás cuenta con un espacio de exhibición de material de época.
El boletín de la ACT incluye, por otra parte, una amplia entrevista a dos hermanos terrassenses, Joan y Santi Samper Grau, dedicados a la filatelia como exclusiva actividad profesional, a través de su empresa Subastas Europa. La crearon en Barcelona en 2011, en plena crisis. Está centrada en la filatelia clásica, de los primeros años de los sellos (en España, de 1850 a 1950). Además de tener un local en Barcelona y una tienda virtual, organizan cuatro o cinco subastas al año. En cada una de ellas suelen ofrecen entre 2.500 y tres mil lotes, con participación de doscientas perso- nas.
Las publicaciones de Subastas Europa son apreciadas por los aficionados. Sus catálogos "son muy completos, tienen un centenar de páginas y incluyen la descripción de cada uno de los objetos o lotes, el precio de salida y también las fotografías en color de muchos de ellos. Los sellos están clasificados por países, temáticas, historia postal, etc...La verdad es que requieren un proceso de elaboración muy meticuloso y entretenido".
"Monografías filatélicas"
Más valorados aún por los coleccionistas son las "Monografías filatélicas" sobre temas históricos relacionados con la filatelia, que también publican coincidiendo con cada subasta. "Son pequeños opúsculos de historia que repartimos de
forma gratuita y que nos diferencian de la resta de subastas", afirman Joan y Santi Samper.
La última ha estado dedicada a la Olímpiada Popular cuya celebración estaba prevista en Barcelona en 1936, y que se anuló por el estallido de la Guerra Civil. "Aunque nos llevan muchísimo trabajo pensamos que es un servicio que muchos coleccionistas saben apreciar. En 2014 recibirmos el premio 'Plata Grande' en la Exfilna de Torremolinos por estas monografías".
El boletín se completa con noticias del mundo del coleccionismo, y las secciones habituales.
Los coleccionistas de botellas de sifón también buscan las hechas en Terrassa
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Publicat el 01 de novembre de 2017 a les 20:49