Perder una lentilla detrás del ojo y otros falsos mitos de estas lentes

Publicat el 06 de novembre de 2017 a les 21:25
La creencia de que podemos perder las lentillas detrás de un ojo junto con otros falsos mitos como pensar que las personas mayores no pueden llevarlas son algunas de las informaciones erróneas. Existen muchas dudas en torno al uso de las lentillas y ello da lugar a equivocaciones. Los siete mitos más generalizados, según la Òptica Universitària son:

1. Detrás del ojo. Es imposible que la lente se esconda dentro del ojo porque existe una membrana muy fina (la conjuntiva) que lo recubre e impide que penetre algo.

2. Para problemas visuales leves. Las lentillas, gracias a los últimos avances tecnológicos, se pueden personalizar para cualquier tipo de alteración visual. Existen lentes de contacto multifocales para casos de presbicia; para corregir el astigmatismo o para la miopía.

3. ¿Sólo para jóvenes? Otro mito es que las personas mayores no pueden usarlas, cosa que está lejos de la realidad puesto que existen lentillas multifocales adaptadas a personas de edad avanzada.

4. Son incómodas. Es un argumento muy común entre las personas que optan por no llevarlas. pero no es cierto porque después de un breve periodo de adaptación todos se acostumbran. Además, para aquellos que hayan detectado alguna incomodidad existen soluciones.

5. Es difícil ponerlas y quitarlas. Las personas que creen que no lograrán utilizar las lentillas han de saber que es una cuestión de práctica. El primer día el óptico-optometrista se asegurará que el usuario haga una práctica en la óptica.

6. ¿Pueden quedar enganchadas al ojo o pueden caer al realizar ejercicio? Ninguna de estas dos situaciones se produce. En el caso de notar que está muy pegada a la superficie ocular será suficiente aplicar una solución para lentes de contacto o unas lágrimas artificiales para hidratar el ojo.

7. Cuidar o usar las lentes es muy problemático. Falso. Limpiarlas y desinfectarlas resulta sencillo gracias a las soluciones específicas para lentes de contacto. Si se siguen las recomendaciones del óptico es un método seguro.