Un libro radiografía un total de treinta fiestas del árbol catalanas

Publicat el 12 de desembre de 2017 a les 19:56
Muy cerca de Terrassa, en la Festa de Sant Sebastià de Matadepera, el periodista y escritor Llorenç Roviras entró en contacto por primera vez con una celebración desarrollada en torno a un árbol. Pero hace diez años, realizando unas fichas por encargo de Turisme de Catalunya, descubrió que también existía la Festa del Pi de Centelles, en la comarca de Osona. Eso despertó su curiosidad, y en una búsqueda simple por Google, encontró otras seis festividades con el árbol como protagonista. Aquello fue como abrir una especie de Caja de Pandora.

Aliado con el fotógrafo Marc Castellet, se fueron a "cazar" imágenes e historias acerca de esas fiestas. Diez años después, Edicions Sidillà ha publicado el resultado, "Amunt! Les festes de l'arbre als Països Catalans", firmado por ambos autores y con prólogo de Vicenç Villatoro. Allí recogen una pormenorizada muestra de las 160 fiestas populares que han logrado censar en la última década. Aunque "sabemos que hay más", reconocen.

Cuando se aliaron para llevar adelante el proyecto decidieron circunscribirlo al territorio de lengua catalana, "por presupuesto y por tiempo", explica Roviras. Pero tuvieron conocimiento de otras fiestas de estas características que se celebran en Castilla, Nepal, Austria, Suiza, Alemania, Nicaragua...

El libro recoge sus impresiones sobre las treinta fiestas a las que han podido asistir a lo largo de la última década: "la mayoría de fiestas no se conocen más que de puertas para adentro, son fiestas identitarias de pertenencia a entornos reducidos", reconoce Castellet. Un hecho que lo demuestra es que, el pueblo de al lado, no sabe de la celebración de esa fiesta. Sin ir más lejos, eso ocurre entre Matadepera y Sant Llorenç Savall, y también entre Bagà y Sant Julià de Cardanyola, y entre Llessuí, Caregue, Olp y Sorre. Estas fiestas sirven para "saber de donde eres y querer indentificarte", un comportamiento que consideran "muy moderno."

En diez años han conocido, siempre que sus obligaciones profesionales se lo permitían, estas fiestas y otras repartidas por la Franja, Andorra, Mallorca, Catalunya y Valencia. Ha sido "una inmersión", con viajes que han sufragado de su bolsillo y en los que han contado con la colaboración de los historiadores y eruditos locales.

Fiestas paganas
En general se han topado con una "apropiación de fiestas paganas por parte de la iglesia, algunas de las cuales coinciden con calendarios precristianos", y con tradiciones variadas. En Ribagorça las "baixades de falles" (sin relación con las fallas valencianas), en Centelles un enorme pino colgado boca abajo en la iglesia y transportado desde el bosque, con cuatrocientos "trabucaires" involucrados haciendo un ruido ensordecedor...

Algunas de estas fiestas aparecen y desaparecen... Hace dos años, en Planes de la Baronia, murió un joven de 18 años en una fiesta que se celebra como trancisión de la infancia a la edad adulta. Su muerte causó tal conmoción que la fiesta se dejó de hacer. Sin embargo, también ha habido accidentes en otras poblaciones y cada pueblo toma decisiones dispares; o se sigue como si nada hubiera pasado, o se incrementa la seguridad, o se cancela la fiesta. Conocida es la controversia que, sin ir más lejos, hubo en Matadepera.

El libro está estructurado por capítulos, con trabajados textos de Llorenç Roviras y espectaculares imágenes de Marc Castellet. En él constatan que "las sociedades modernas están perdiendo el vínculo con la naturaleza", pero estas fiestas ayudan a preservarlo. Los autores lo presentarán hoy a las 7.30 de la tarde en el Centre Excursionista de Terrassa.