Consejos para convivir mejor con personas tóxicas

Publicat el 09 de maig de 2018 a les 20:31
De la presencia de personas con carácter o comportamientos difíciles, que alteran la convivencia de las personas, se han escrito numerosas publicaciones. Una de las últimas corre a cargo de Pascual Girons, business coach y experto en inteligencia emocional, quien alerta de la crisis de valores actual y nos aconseja como manejarnos interiormente en un escenario exterior complejo. Nos aconseja alejarnos de aquellas personas que suelen perjudicar en nuestro estado de ánimo y nuestra autoestima.

Una sonrisa, un no elegante o una retirada sincera pueden ser armas muy efectivas para alejarse. "El mundo está lleno de gente interesante que está deseando conocernos, es mejor buscar otras personas para nuestra vida", indica.

El autor del libro "¿Quién dijo miedo?" identifica a la persona tóxica como aquel individuo que suele ir de ayudadora y se presenta como alguien que quiere lo mejor para ti y para los demás. Suele hacer apología a la mala suerte y a lo incomprendida que es por la gente que la rodea. Es la persona que no consigue porque no se permite y traslada esa negación de vida a los demás. Para lidiar con personas tóxicas Pascual Girons propone:

Aceptar interiormente que esa persona tiene un sufrimiento o un problema que proyecta sobre los demás. De esta manera podremos salir del estado de emoción negativo donde nos llevan.

Si intentan juzgar o cuestionar nuestra visión de las cosas tenemos que hablarles y exponerles clara y sinceramente nuestras opiniones, nuestras intenciones y tratar de que nos acepten. Es importante recordárselo frecuentemente.

Si la persona tóxica se encuentra fuera de nuestra familia, entonces lo mejor es alejarse discretamente de ellos. Una sonrisa, un no elegante, no entrar en conflicto ni librar batallas innecesarias para convencerles de nada.

Lo mejor es no entrar en su juego e intentar demostrarle que hay otras maneras de vivir las emociones, pero hay que hacerlo desde el ejemplo no desde las palabras. Si no hay un cambio compartido por los dos, lo mejor es alejarnos.