La gastronomía tiene un protagonismo especial en la Fira Modernista de este año, con talleres, con la Plaça Vella convertida en un mercado de principios del siglo pasado, menús modernistas en los principales restaurantes de la ciudad y, como no, los puestos de venta de los productos gastronómicos más artesanales.
El paseo central de la Rambla d'Ègara acoge una vez más vendedores que vienen de diversos puntos de la geografía catalana para ofrecer quesos y embutidos de todo tipo, productos de pastelería, cocas de vibre y también golosinas diversas.
La presencia de público es cada año realmente importante para proveerse de productos tradicionales, como se puede comprobar en el video.
ARA A PORTADA
Publicat el 13 de maig de 2018 a les 02:03