El sesenta por ciento de los internautas buscan información sobre salud en la red, donde proliferan las mentiras. Uno de cada tres bulos que circula por internet es sobre salud; cuestiones como la oncología, la nutrición o las vacunas están a la cabeza de las falsedades. Para combatir, denunciar y desmontar esta situación y aportar rigor y veracidad ha nacido la plataforma Salud sin Bulos (www.saludsinbulos.com).
Se trata de una iniciativa lanzada a principios de este año 2018 por la Asociación de Investigadores en eSalud, en colaboración con la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (www.anisalud.com) y diversas sociedades científicas, además de organizaciones de pacientes y también del sector de los sanitarios.
Se presenta como un "Observatorio de los bulos de salud en internet" y cuenta con secciones como medicamentos, cáncer, alertas, vacunas, donaciones y nutrición, entre otras. Y con apartados como "Denuncia un bulo" o "Detrás del titular", que analiza con rigor el alarmismo de los medios de comunicación con titulares carentes de precisión, exactitud o contextualización.
Esta plataforma se pregunta: ¿Por qué se difunden tan rápido los bulos de salud? A su juicio, la facilidad para crear cuentas en redes sociales y las lagunas legislativas propician este tipo de delitos informáticos, que obligan al usuario a estar muy alerta al navegar en la red.
Salud sin Bulos establece tres tipos de motivaciones a la hora de crear un bulo: perjudicar a un tercero y sacar provecho del desprestigio de otro; mensajes que llevan implícito y oculto el interés real de quien los lanza; y fomentar la alarma social, según informa Efe.
Tras estudiar la situación han visto que existe exceso de información de salud en la red errónea (infoxicación). Opinan que los contenidos online de salud deben ser objetivos, veraces, contrastados, divulgativos, e incluir fuentes oficiales.
Ejemplos de bulos en la red
Algunos de los bulos recogidos en esta web que circulan por internet llevan títulos como "el tomate cura el cáncer", "el gin tonic ayuda a combatir los efectos de la alergia", "el zumo de patata cruda y el dolor de espalda", "calentar en recipientes plásticos produce cáncer", "el alcohol ayuda a hablar idiomas", "el bulo de las vacunas y el autismo" o "las mujeres con mal carácter son más inteligentes", entre muchísimos otros.
Gran parte de los bulos de internet se refieren a la salud porque es un sector que afecta al 100% de la población y en el que es fácil difundir noticias no veraces, advierte el doctor Sergio Vañó, presidente de la Asociación de Investigadores en eSalud. Este dermatólogo del hospital Ramón y Cajal de Madrid explica que las áreas más susceptibles de producir bulos son oncología, nutrición, pediatría y dermatología estética; y aconseja a los usuarios que "cuando vean una noticia que parece dar solución de forma rápida y sencilla a un problema de salud importante que llevan tratando muchos años, piensen que puede ser falsa".
"Oír un determinado bulo muchas veces en diferentes medios, al final, hace que cale y que la persona lo pueda dar por cierto", alerta este especialista.
El coordinador de Salud Sin Bulos, Carlos Mateos, afirma: "los bulos han existido siempre. Sin ellos, no habrían existido magos y vendedores ambulantes de crecepelo. Lo que sorprende es que en la era de internet, con el acceso a fuentes e información científica sin restricciones, no sólo sigan propagándose, sino que lo hagan con mayor velocidad y frecuencia".
"Estas 'fake news' -prosigue Mateos- tienen más facilidad para extenderse en salud que en otros ámbitos porque apelan a emociones básicas como el miedo, que se cristaliza en alarmas sobre alimentos y productos cotidianos; y la esperanza, en remedios milagrosos para prevenir o curar enfermedades que aún nos dan pavor, como el cáncer, la patología con más noticias falsas. Pero también se difunden con facilidad porque su contraste es difícil en muchas ocasiones, por la baja cultura científica de la población", añaden. El coordinador del proyecto añade: "Los bulos que mejor funcionan son aquellos que tienen apariencia de verosimilitud, que incluyen una aparente fuente de prestigio, y que ofrecen una explicación razonada con elementos que apelan al sentido común o parten de elementos de veracidad".
Los bulos y los pacientes
Los pacientes también expresan su punto de vista. Carina Escobar, de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (www.plataformadepacientes.org), pone el acento en que cuando a alguien le diagnostican una enfermedad "se encuentra tan abrumado que no es capaz de digerir toda la información que recibe; y acude a internet".
"Doctor Google está haciendo mucho daño", lamenta Escobar, quien incide en la importancia de asegurar que toda la información que se de en la red proceda de fuentes fiables, sea accesible y adecuada y correcta en rigor, transparencia y claridad.
Esta representante de los pacientes añade: "A lo mejor estamos errando en que cuando contamos cosas más científicas no nos adaptamos a las necesidades de entendimiento del paciente, mientras que las pseudociencias facilitan tanto el lenguaje que parece que es verdad lo que están contando".
ARA A PORTADA
Publicat el 16 de maig de 2018 a les 21:20
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