"No quiero faltar ni un día"

Rosario, de 78 años, vecina de Can Jofresa, es una de las primeras usuarias que acudió al programa REMS del EspaiSocial de la Fundació La Pedrera en Terrassa. "Llevo cuatro años viniendo aquí y no quiero faltar ni un día porque me gusta mucho; la atención que tengo de todos los profesionales, las actividades y las amigas". Rosario dice que le gusta pintar y coser pero lamenta que "está un poco limitada por la edad y porque hay cosas que ya no puedo recordar". A su lado, Emilia, de 77, de Sant Llorenç, revela que asistir al REMS le ha cambiado la vida. "Cuando el médico me diagnosticó demencia en primera fase me entristecí mucho. Me sentaba en el sofá y lloraba. Ahora, al cabo de cuatro o cinco meses que vengo aquí soy otra. Estoy mucho más animada porque he conseguido ejercitar la memoria y hay cosas que las he recuperado".

Ángela, de 71 años, con casa en la carretera de Rellinars, asiente. "Yo estoy contentísima porque también he notado mejora, emocional y físicamente, porque además tengo problemas de movilidad".

Rosario, Emilia y Ángela son algunos testimonios del programa, pero hay muchos más -hasta sesenta- y todos se sienten satisfechos de haber dado el paso, a pesar de que muchas mañanas sea un esfuerzo salir de casa.

Teresa contó que en el EspaiSocial ha hallado una nueva familia. "El día que no vengo, noto que me falta alguna cosa". Emilio, afectado por falta de memoria y Parkinson, también dice que está contento de participar en el REMS porque ocupa el tiempo y hace que se sienta útil en cosas que puede hacer o quiere hacer. "Disfruté mucho elaborando la historia de cada uno de nosotros. Tengo un libro grande con fotos de mi abuelo, de mi tío… de toda mi familia. Hice muchas copias de las fotos y lo iba pegando en un libro y me lo llevaba a casa para anotar cosas…", explicó. Todos ellos, junto con los demás usuarios y familiares, compartirán la gran fiesta hoy, 24 de mayo.