Primero estuvo a punto de atropellar a unos peatones. Luego se pasó un semáforo en rojo en presencia de unos policías municipales. Y claro, acabó interceptado. Un conductor fue denunciado ayer por la Policía Municipal tras dar positivo de alcoholemia. Al borde de la medianoche, una dotación policial que patrullaba por la carretera de Castellar observó cómo, justo delante, un vehículo rebasaba un semáforo en rojo en el cruce con la calle de Granada. Los agentes comunicaron a la central los datos del automóvil y lo siguieron. Otra patrulla se incorporó al seguimiento. Los agentes pararon el turismo y apreciaron síntomas de ebriedad en el conductor. Le hicieron soplar y mientras el sospechoso realizaba las pruebas de alcoholemia llegaron a la zona dos personas. Explicaron a los agentes que aquel coche había estado a punto de atropellarlas. Las pruebas de alcoholemia arrojaron datos de 0,53 y 0,52 miligramos. Más altas, de 0,64 una y de 0,57 otra, fueron las tasas resultantes de los tests realizados por otro conductor a las cuatro de la madrugada de ayer. Agentes locales lo pararon porque su coche circulaba sin luces por la avenida de Jaume I. El vehículo acabó inmovilizado y él, denunciado.
ARA A PORTADA
Publicat el 21 de setembre de 2018 a les 20:15
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