Un relieve con ADN terrassense

Publicat el 04 de gener de 2019 a les 20:06
Del conjunto de epifanías religiosas del patrimonio artístico que hemos seleccionado para este reportaje hay una que se halla en la capilla de la Virgen de Montserrat de la iglesia de Sant Pere y que la destacamos como una composición aparte por dos motivos esenciales; porque es la única que consta que fue diseñada por un terrassense, el monje benedictino Josep Fillol Sala, y también porque es la única que puede ser visitada. Es un bajo relieve tallado en piedra dedicado a la Adoración de los Reyes Magos que data de 1953 por lo que su estilo ya es contemporáneo. El relieve, tamizado en color dorado, acoge a sus Majestades ofreciendo sus presentes al niño Jesús sentado sobre la Virgen que aparece inclinada en gesto de agradecimiento. La obra enfatiza la ofrenda del primer rey, de Melchor, de cuyo cofre en forma de copa sube el incienso que simboliza la plegaria y la adoración. La escena se completa con la estrella que les ha guiado hasta Belén y un ángel que toma la imagen de una religiosa, que sostiene una paloma blanca simbolizando la paz. Todo el conjunto, si se observa detenidamente, respira serenidad y ternura, así como una cierta sobriedad y elegancia.

La obra artística incorpora elementos novedosos. El más relevante es que María se representa con la figura de la Virgen de Montserrat aunque no subraya el color negro de su piel que es el sello distintivo de la patrona de Catalunya. Y el autor, Fillol Sala, aplica la misma idea artística en el niño Jesús que también lo corona y lo viste como la imagen de Montserrat.

El relieve sobre la epifanía forma parte de un conjunto artístico que preside el altar de la capilla de la Virgen de Montserrat y que lleva ADN terrassense puesto que fue diseñado por Josep Fillol Sala (Terrassa, 1924 - Montserrat, 2015). Entró en el noviciado de Montserrat en 1942 y fue ordenado sacerdote en 1948. Allí ejerció como maestro de obras desde 1945 a 1954 y por su habilidad artística recibió el encargo de proyectar el altar de la capilla dedicada a la virgen montserratina de la iglesia de Sant Pere. Fillol Sala fue también profesor de griego de los monjes jóvenes del noviciado del monasterio entre 1957 y 1962, año en que fue destinado a la fundación de la orden de Enviago en Colombia, donde estuvo hasta 1965. Al regresar, se incorporó al primer grupo de monjes que fueron a Sant Miquel de Cuixà para después regresar a Montserrat.