Vocación por el séptimo arte: Ars Lucis

Publicat el 10 de maig de 2019 a les 21:13
Los pintores Pere Viver y Joaquim Vancells que adornaron con su arte el interior de la Casa Alegre fueron muy inquietos y polifacéticos en el ámbito artístico de la época modernista. La historia publicada nos cuenta que una de las vertientes más curiosas fue la de promotores de espectáculos escénicos. La aventura empezó hacia 1906 cuando Vancells, en colaboración con Pere Viver y su hermano Tomás y el músico Joan Llongueras, crearon Ars Lucis, una empresa de espectáculos escénicos que abarcaba el teatro y el cine de época. El local estaba ubicado en la plaza de la Font Trobada, en el primer piso del edificio donde se abrió el Café Condal y que después alojó la Unión Comercial e Industrial. El proyecto tomó como modelo el que había iniciado el pintor Lluís Graner en Barcelona. Este artista había abandonado la pintura para abrir en 1904 la Sala Mercè, una sala de espectáculos que debía combinar diversos lenguajes artísticos, tanto los antiguos como los de nueva aparición como el cine. Graner se había rodeado para tal iniciativa de grandes personajes importantes como el director teatral Adrià Gual, el arquitecto Antoni Gaudí, el pintor y escritor Santiago Rusiñol y el músico Enric Granados. Para la sala escénica en Terrassa, Vancells se asoció con Joan Bosch, un médico terrassense que según su círculo de amistades poseía un gran instinto práctico. A pesar de ello, la empresa quebró al poco tiempo, incrementando los problemas económicos del pintor.

Ars Lucis se inauguró un 13 de octubre de 1906, con un espectáculo que se iniciaba con proyecciones cinematográficas y estaba centrado en la obra "Flors de Muntanya". Era una obra de carácter dramático y sentimental. Estaba situada en una Mata muy nublada y protagonizada por una pareja de humildes pastores que habían sido despedidos por los patrones porque un buey del rebaño había caído por un peñasco. El libreto y el decorado eran obra de Vancells y la música de Llongueras. La novedad estaba en el juego de luces ideado por el pintor que ambientaban la escena y que el mismo definió así. "El espectáculo será un atrevimiento inaudito, un desenfreno de luz que puede resultar caro (económicamente) a alguien y una cosa admirable de buen gusto y de exquisitez artística".

El estreno fue un éxito pero se quedó ahí. Las obras que se estrenaron después, como "La lluerna i Pastor rei", "Voreta la mar", "La Sirena" y "El somni de Jacob" no tuvieron público suficiente. En la última etapa, antes de su cierre definitivo,Vancells se dedicó a pasar películas y cuentan que censuraba él mismo aquellas que le parecían indecorosas. Tampoco hubo suerte con ese segundo intento. La actividad de Ars Lucis duró un año y meses y cerró por falta de asistencia. Se ha escrito que el fracaso se debió a que Terrassa era una ciudad fabril, de proletariado y "menestralia", que poseía un nivel cultural aún bajo para dar apoyo a una iniciativa artística cultural de aquella índole. Y se publicó alguna crítica sutil como que los trabajadores preferían dedicar su ocio a la vagancia.