La junta directiva del CF Viladecavalls ha dado de baja a diez jugadores del primer equipo, que milita en Tercera Catalana, después de las duras críticas expresadas por una parte mayoritaria de la plantilla hacia la gestión de los responsables del club. La guerra entre las dos partes se inició después de la marcha del entrenador, Manel Felices, tras conocer que no entraba en los planes de la próxima campaña. Los jugadores se mostraron contrarios a esta decisión, expresaron su temor a ser despedidos a final de temporada, criticaron la gestión del director deportivo y el trato hacia ellos y pidieron la ruptura del acuerdo alcanzado hace unas semanas con San Cristóbal y Jabac, posicionándose en favor de una unión con la EF Viladecavalls.
"A raíz de las graves y falsas acusaciones, el club ha tomado la decisión de tramitar la baja inmediata de diez jugadores y de informar a la Federació Catalana para abrir expediente disciplinario a la plantilla", ha señalado el club en un comunicado firmado por el presidente, Antonio Bercero. "El club quiere dejar claro que esta medida drástica ha sido de última hora, viendo el camino que llevában las intenciones reales y que hacían peligar el futuro de la entidad". El comunicado añade que la directiva ha intentado llegar a un acuerdo "para así finalizar la temporada de la mejor forma posible". La medida disciplinaria ha afectado a los futbolistas Enric Bigordà, Miquel Girbau, Enric Berbel, Carlos Javierre, Àlex Ligero, Otmane Bencaid, Sebastián Ramilo, Sergi Montes, Sergio Pardillos y Sergi Arias. El Viladecavalls completará la plantilla con varios fichajes.
En el comunicado se afrontan algunos de los puntos que han enfrentado a las dos partes. "La junta directiva trabaja para el futuro del club, con la intención siempre de buscar la mejor solución a las dificultades del día a día. Los jugadores tienen que jugar y no exigir que se les notifique algo que no les concierne", señala en relación a las exigencias de la plantilla sobre los últimos acuerdos. También niega que existiese la intención de dar la baja a todo el equipo. "La falsa divulgación por parte de los capitanes Enric Bigordà, Miquel Girbau y Kike Belbel (este último excluído de sus funciones por parte del anterior cuerpo técnico por indisciplina) que de cara a la nueva temporada se daría de baja a todos o a la mayoría de los jugadores, han sido creadas por un interés propio. El club lamenta que ciertos integrantes de la plantilla se hayan visto involucrados sin conocer la verdad de todo."
Decisiones
El comunicado precisa que la no renovación del técnico fue una decisión de junta que transmitió el director deportivo, niega que la plantilla pidiese la salida del anterior entrenador y actual director deportivo, Josué Olmo, y defiende el esfuerzo realizado con el fin de cubrir el presupuesto económico preciso. "Esta entidad nunca ha perdido ni perderá los valores éticos y morales que manifiestan quienes sí actuan con formas más que cuestionables y exigen cosas totalmente fuera de lugar y que no les corresponden."
El club puntualiza que la plantilla no pidió autogestionarse en este final de Liga tras la marcha de Felices, sino que lo impuso "con amenazas de no presentarse a los partidos ni a los entrenamientos, como medida drástica y de presión, advirtiendo al presidente que si se imcumplía dicha imposición ningún jugador se presentaría en lo que queda de temporada y se perdería la categoría".
Diez jugadores despedidos
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Publicat el 05 de maig de 2017 a les 19:40