Yose Álvarez-Mesa, segundo premio  en castellano con "Pez payaso"

Publicat el 21 d’abril de 2017 a les 22:30
Se despierta y dirige una mirada al reloj. Hora de levantarse, masculla somnoliento para sí mismo. Por el rabillo del ojo observa la pared de enfrente, la cómoda con la foto de Marina, el cuadro de los acantilados irlandeses, de nuevo la cómoda… Un momento, ¿dónde está la pecera con su pez payaso recién comprado? Extrañado, salta de la cama y un escalofrío le recorre la espina dorsal: el suelo está cubierto de agua hasta una altura de quince centímetros. Mira a su alrededor y todo parece igual que antes de irse a dormir, excepto que falta la pecera y que el piso está totalmente anegado de agua, en la que flotan las zapatillas, la alfombra, la ropa que quedó esparcida por el suelo, las páginas del periódico caído de la cama la noche anterior. La puerta acristalada que da al jardín está abierta. Por allí entran unas pequeñas olas que zarandean todo lo que flota y le traen del exterior un perfume muy familiar. Más allá de la puerta no se ve el jardín, sino una playa con veleros al fondo, como si fuera una postal de un lugar turístico. La visión le hace tambalearse, trata de caminar para cerrar la puerta pero le es imposible: las piernas se le han quedado paralizadas dentro de su pijama de rayas blancas y anaranjadas. De pronto la realidad se cristaliza ante sus ojos. Desperezándose con una boqueada de supremo cansancio, se lanza al agua de aquella habitación ajena y aletea mar adentro en busca de las páginas no escritas de su destino.