Cómo reducir las toxinas de la Navidad

Publicat el 27 de desembre de 2017 a les 19:35
Ya hemos superado una parte importante de la Navidad. Cuando menos, gastronómicamente hablando, con la celebración de la cena de Nochebuena, la propia comida del día de Navidad y la de Sant Esteve.

Con todo, aún queda mucha Pascua por delante y, en las fechas venideras, es fácil que platos copiosos vuelvan a aparecer en la mesa. La cena de Fin de Año, la comida del día 1 de enero o la del día de Reyes son muestras de que estas fechas no dan tregua al estómago.

En este periodo del año solemos comer, así, alimentos que son poco habituales en nuestro día a día; aumentamos la cantidad de las raciones y nuestro organismo puede sufrir las consecuencias de ello, al tener digestiones lentas y pesadas, con posibles cambios en el tránsito intestinal, subidas del nivel de colesterol, de la glucosa...

Prevención
En este sentido, la prevención será clave para limitar los excesos navideños y evitar que demasiadas toxinas se acumulen en nuestro organismo. Así, existen una serie de alimentos que, si los incluimos en los platos, nos ayudarán a no sentirnos tan empachados, según indica la farmacéutica experta en dietética natural, Mireia Segarra. Si comemos estos productos, tal vez no debamos desabrocharnos el cinturón a la hora de los postres.

Ensaladas amargas. Servirán para acompañar los platos que sean abundantes en grasas y proteínas. La ensalada puede estar hecha, por ejemplo, de una mezcla de escarola, endivia, rabanitos, un grano de ajo picado fino, una granada, aceite de oliva virgen y vinagre de manzana no pasteurizado.

Salsas digestivas. Las podemos elaborar a base de jengibre rallado, nabo crudo, rabanito y todo aliñado con vinagre de manzana no pasteurizado. Serán un buen acompañamiento para aquellas comidas más grasas.

Chucrut y germinados. Otra buena idea para contrarrestar la pesadez de las recetas más "fuertes" es poner en ellas una cucharada sopera de chucrut (col fermentada) o de germinados, como la alfalfa. Tanto el chucrut como los germinados contienen enzimas para digerir mejor y propiedades probióticas.

Otros azúcares. Existen alternativas al llamado azúcar refinado, como utilizar fruta seca o miel para endulzar los postres.

Manzana, pera, kiwi y uva. Estas frutas nos aportan un tipo de fibra que ayuda a eliminar toxinas y a limpiar los intestinos, además de regular el estreñimiento. El pomelo es otra fruta que cuenta con un importante poder diurético.

Remolacha o alcachofa. Otros alimentos diuréticos son la remolacha y la alcachofa, el rábano negro, la col y el apio. Protegen el hígado y la vesícula biliar; purifican la sangre y tienen una capacidad antioxidante para captar las toxinas y eliminarlas del organismo.