"Megarexia", cuando la obesidad se percibe como saludable y bella

Publicat el 31 de gener de 2018 a les 20:52
No, no se trata de la "moda Curvy", mediante la que las pasarelas pretenden reivindicar las tallas superiores a la cuarenta. Tampoco hablamos de los "fofisanos", esos varones de mediana edad con algo de volumen en el abdomen, pero con un índice de masa corporal saludable. La "megarexia" no tiene que ver con moda o tendencias y, aunque todavía no se ha recogido en el sistema de clasificación de trastornos de la salud mental, ya han surgido las primeras voces de alarma.

Quienes padecen "megarexia" se ven bien, a pesar de tener sobrepeso y en algunos casos hasta obesidad, lo que, como vienen advirtiendo los organismos sanitarios internacionales, supone un grave factor de riesgo. Para la psicóloga Pilar Conde, la también conocida como "fatorexia" podría ubicarse dentro de los trastornos de la alimentación y la percepción de la imagen. Quienes no son conscientes de su obesidad, explica, pueden sufrir un problema psicológico de negación.

En otras ocasiones, simplemente, el individuo no percibe que sufra dicho problema. Es el caso de algunas personas con diagnóstico de trastorno mental grave, que no reparan en que su peso puede ser fatídico para su esperanza y calidad de vida.

A pesar de que desde un punto de vista objetivo presentan obesidad, no lo perciben como tal.

Sedentarismo
La "megarexia" podría está más asociada a los varones, puesto que en ellos el volumen corporal se liga más a estar fuerte y vital, dos características muy valoradas en el hombre. Sin embargo, ninguno de estos dos aspectos tiene que ver con los hábitos que suelen presentar personas que ignoran su obesidad: vida sedentaria, sobreingesta de calorías y malos hábitos alimenticios, con predominio de grasas y azúcares. Todo ello sin olvidar los atracones incontrolados ocasionales.

Para cambiar estos hábitos se requiere en muchos casos, según explica la experta, un doble apoyo: el del psicólogo y el de un nutricionista. Ambos se enfrentan al reto de hacer frente a esos hábitos inadecuados y a la ansiedad que supone intentar cambiarlos.