Procrastinar o dejar las cosas para mañana, ¿una epidemia?

Pides cita con el médico, lo anotas en la agenda, y llegado el día no acudes. Te apuntas al gimnasio y siempre estás ocupado para ir. Quieres reorganizar tu alimentación y lo dejas para mañana. Procrastinar o posponer compromisos es un "deporte nacional" que afecta tanto a estudiantes como a adultos en su trabajo y en su vida cotidiana. Los expertos en psicología dicen que es una epidemia. Dilatar la solución de problemas o no completar una tarea; no cesar una relación amorosa dañina ni decidirse a cambiar de trabajo son desafíos que 3 de cada 5 personas no cumplen y que les hace infelices.

Como explica Verónica Rodríguez, directora y terapeuta de Coaching Club, la desilusión de no cumplir objetivos se transforma en un bucle que se retroalimenta. ¿Qué se esconde detrás de posponer siempre las cosas? Por un largo, uno de los causantes es el miedo al fracaso. Para muchos el sentimiento de inseguridad puede ser paralizante hasta tal punto de evitar la tarea antes de equivocarse.

El perfeccionismo
También influye la falsa seguridad. Creer que se funciona mucho mejor bajo presión sin tener en cuenta que aumentan los niveles de estrés y de tensión.

El perfeccionismo es otro factor que provoca dejar tareas pendientes. En muchísimos casos la persona, ante el temor de que no quede perfecta la deja de realizar.

La desorganización también influye porque una errónea gestión del tiempo hace que muchas personas se sientan frustradas.

Consejos prácticos

La terapeuta Verónica Rodríguez recomienda tomar las siguientes medidas para evitar procrastinar.

-Haz de tu escritorio un lugar agradable, cambia el sitio de trabajo, pon velas o una planta y concéntrate.

-Anota y visualiza las cosas que tienes. Ponle horas y fechas de entrega. Ordénalas de acuerdo a su importancia. Separa lo urgente de lo prioritario.

-La perfección no existe. Revisa y mejora lo pero no lo postergues.

-Perder el miedo a que nos den otros puntos de vista es clave.